A más de un año del crimen de la pequeña Carolina a manos de su madre en un hotel de Logroño, España, las autoridades revelaron que la menor de cinco años de edad estaba “profundamente sedada” al momento de su fallecimiento.
Al reanudar el juicio contra la homicida, los médicos forenses revelaron que la pequeña que murió por asfixia mecánica en una habitación de hotel llevaba varios meses adormecida por el consumo crónico y repetido de benzodiacepinas identificado como el somnífero Noctamid.
Los niveles de este medicamento en su sangre demuestran que éste se le administró al menos durante los últimos cuatro meses de vida, pues se detectó en varios órganos.
Y es que el nivel que tenía al momento de la asfixia, presuntamente hecha al ser presionada con o contra una almohada, evitó que la pequeña pudiera defenderse, ya que incluso superaba la recomendada en adultos para dormir. En las pruebas evidenciaron que incluso la menor fue presionada contra la almohada cuando aún tenía el chupón, esto por las marcas que le dejó este en la boca.
Por lo anterior, las autoridades buscan una condena permanente contra la madre; sin embargo, su defensa alega que la responsable es la abuela, quien se arrojó desde la ventana para evitar ser arrestada.
RFH
