Un tiroteo cimbró a la comunidad de Alsterdorf en Alemania tras un tiroteo contra feligreses en un centro de Testigos de Jehová, con un saldo de al menos siete muertos, al cierre de esta edición.
Sin un informe oficial sobre el móvil —que podria ser un acto de odio— o del o los presuntos perpetradores, decenas de patrullas y unidades de emergencia cercanas al punto como Fuerzas Especiales acudieron al Salón del Reino, ubicado al norte del país, tras ser alertadas por un ataque armado minutos después de las 21:00 horas, escena que medios alemanes como Bild y Tagespiegel tacharon de “cacería” y “baño de sangre”, en el mismo mes en el que esta comunidad celebra la fecha más importante de su religión: la muerte de Jesucristo.
Los primeros respondientes describieron la zona como una escena de horror y reportaron que aún escucharon detonaciones, mientras ciudadanos atrapados en el recinto y vecinos seguían llamando a los números de emergencia para reportar la balacera, pues una vocera de la Policía confirmó que las primeras llamadas se recibieron a las 21:15 horas, sin que se informara si en el lugar había un evento cotidiano o un acto privado.
Poco después, los oficiales ingresaron y los medios adelantaron un saldo parcial de siete muertos y 17 heridos en el centro de culto, entre ellos siete en condición grave al ser alcanzados por las balas en un hecho que autoridades y pobladores admiten es poco común; no obstante, en los últimos meses se reportan varios apuñalamientos en el transporte público.
Ante la incertidumbre por la seguridad, el gobierno calificó el tiroteo como activo y uniformados y personal del equipo antiterrorista nacional implementaron un operativo de búsqueda sin saber a cuántos perpetradores prófugos debían buscar.
Esa poca información no impidió un rastreo en un amplio radio desde la escena del crimen para dar con el o los presuntos culpables del peor ataque en tres años, pues el antecedente más cercano fue un tiroteo directo contra migrantes, que dejó nueve muertos en Hanau.
Horas después se especuló que el presunto agresor podría estar entre las víctimas letales, pues uno de los cuerpos fue localizado en el segundo piso del recinto, lejos de los otros, pero una fuente reveló a la prensa que aún “no está claro si se trata del perpetrador”.
En tanto, la Policía emitió una alerta ante lo que denominó un “peligro extremo”, y ordenó a la población de Alsterdorf, a más de 100 kilómetros de la frontera con Dinamarca, a resguardarse “de inmediato”, pues había una amenaza.
Asimismo, exhortó a no saturar las líneas telefónicas y usarlas sólo para reportar alguna situación de riesgo o información sobre el posible atentado y recordaron que, de momento, no se podía confirmar un móvil “fidedigno”.
Dichas declaraciones buscaban evitar la propagación de rumores y teorías sin sustento sobre lo ocurrido contra testigos de Jehová, mientras siguen las investigaciones para determinar qué ocurrió, recabar testimonios e identificar a las víctimas. Incluso, se restringió la circulación cerca de la iglesia, mientras domicilios y negocios a varios metros eran iluminados por las torretas de las patrullas que hasta anoche seguían en la escena mientras forenses revisaban el lugar, de acuerdo con videos que circularon en redes sociales tras la emergencia.
Y es que dichas acciones son prioritarias para determinar el motivo, pues luego de que se confirmó que todas las víctimas mortales presentaban impactos de bala, los oficiales se centran en la escena del crimen para identificar quiénes fueron las primeras víctimas, como posibles pistas de la masacre. Sobre este caso señalan que podría surgir información relevante sobre la llamada “séptima víctima”, pues se desconoce si se trató de la primera en caer o la última, lo que apuntaría a una participación directa.
Tras la emergencia, funcionarios externaron sus condolencias ante la consternación nacional.
El alcalde de Hamburgo, Peter
Tschentscher, envió su pésame a través de su cuenta de Twitter, al tiempo que garantizó el esclarecimiento de los hechos criminales. “Los servicios de emergencia están trabajando al máximo para localizar a los perpetradores”, compartió en redes sociales minutos después del grave siniestro a la espera de una actualización sobre el ataque.
Por separado, la segunda alcaldesa regional, Katharina Fegeban, también hizo énfasis en las investigaciones, pues reconoció el esfuerzo en la escena para dar claridad sobre “este cruel acto”.
