Copias de El juego del calamar fueron introducidas en Corea del Norte de contrabando y cuando las autoridades se enteraron condenaron a muerte al responsable, y también ordenaron un castigo para quienes la vieron.
Un hombre consiguió las copias de algunos capítulos de la serie en unidades USB y tarjetas SD, y un estudiante norcoreano que le compró una primero, fue condenado a cadena perpetua.
El joven vio la historia con uno de sus mejores amigos y lo hizo en clase, en la escuela, como informó Radio Free Asia; el amigo les dijo a otros estudiantes y compartieron la unidad USB entre ellos, hasta que todo fue descubierto.
Corea del Norte prohíbe mirar lo que hay fuera del país
Los otros seis alumnos de secundaria que vieron el contenido deberán pasar cinco años haciendo trabajos forzados, mientras que los maestros y administradores de la escuela fueron despedidos, expulsados del Partido del los Trabajadores y podrían ser exiliados para trabajar en minas remotas.
Los “censores” del gobierno de Kim Jong-un recibieron una pista y de inmediato detuvieron a los sospechosos; en ese país se dice que la serie muestra el carácter bestial capitalista de Corea del Sur.
El año pasado se aprobó una legislación denominada “Ley sobre la eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios” que resalta la pena de muerte por tener, distribuir y tan solo ver contenidos de países capitalistas como Corea del Sur y Estados Unidos.
AHM