Pese a llamados a la mesura en Medio Oriente, rebeldes en Líbano reactivaron la ofensiva contra Israel al atacar un centro comunitario, donde se reportaron 18 personas heridas, la mayoría soldados, aumentando la cifra de efectivos de baja.
Cuatro días después de unirse al ataque iraní, milicias de Hezbolá evadieron la seguridad local al lanzar dos misiles y dos drones en presunta respuesta al asesinato de mandos militares.
Éstos dieron en el blanco al golpear un inmueble en Arab al-Aramshe a sólo tres kilómetros de la frontera, en un claro intento de escalar el choque regional, pues se presume que los aliados iraníes usaron las armas que le suministra el régimen de Ebrahim Raisi contra el supuesto invasor de Gaza.
Tras la agresión, las Fuerzas de Defensa (FDI) investigan cómo dichos lanzamientos cruzaron sin ser detectados por su defensa aérea en momentos críticos, pues pudieron ser letales.
Según informes locales, aunque varios impactaron en el inmueble que presuntamente confundieron con una base militar, sólo uno estalló. Ello provocó lesiones a 14 reservistas y cuatro civiles, de acuerdo con declaraciones del jefe local, Adiv Zaev, al diario Jerusalem Post. Y se informó que seis de los uniformados están en condición grave, aunque no se especificó qué tipo de heridas sufrieron.
De inmediato, Israel advirtió que mantendrá los bombardeos contra el vecino del norte al amagar con acciones más profundas, lo que levantó nuevas alertas, pues países como Jordania reconocen el riesgo de ser arrastrados a un choque de nivel devastador.
Y Tel Aviv no se esperó y en cuestión de horas bombardeó Naqura y Yaareen, desde donde se presume que se hicieron los lanzamientos, tras avistar a presuntos yihadistas que intentan aprovechar el escenario crítico para provocar una reacción más fuerte desde Tel Aviv, pues líderes de la región no descartan la participación de Teherán en el ataque.
Por ello, el ejército israelí insiste en castigar a Teherán en un nuevo llamado a la comunidad global para detener la temida escalada tras la agresión del pasado 13 de abril, pues creen que la República Islámica sigue suministrando equipo a milicias en Líbano para obligar a Tel Aviv a encarar varios frentes, como lo ha hecho desde el año pasado tras el peor ataque a la comunidad judía.
Tema en el que Europa sigue arropando al Gobierno de Benjamin Netanyahu.
Por un lado, el líder del Consejo Europeo, Charles Michel, recalcó su compromiso para reducir el clima de inestabilidad, pues prevé condicionar el acceso iraní a aeronaves no tripuladas; mientras que los ministros de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, y de Reino Unido, David Cameron, visitaron Tel Aviv. Ahí la primera recalcó el interés por contener el peligro al sostener que deben impedir que “Irán y sus representantes, como Hezbolá o los hutíes (en Yemen) echen más leña al fuego”, de acuerdo con el periódico Times of Israel.
Ante lo que el premier israelí agradeció la solidaridad, apoyo y consejos de aliados tras el ataque masivo de hace días, pero abundó que, más allá del respaldo, su Gobierno tomará decisiones propias, al referir que está dispuesto a hacer lo necesario para proteger a su país de cualquier afrenta.
(Tomaremos) nuestras propias decisiones y el Estado de Israel hará todo lo posible para defenderseBenjamin Netanyahu<br>Primer ministro de Israel
Aunque no adelantó posibles contramedidas, confirmó señales para reaccionar ante Teherán y cobrar al régimen la ofensa, como claman mandos militares y líderes ultraderechistas.
Tema en el que medios locales abundaron que sí se puso sobre la mesa bombardear puntos clave en Irán a la par de los disparos derribados con apoyo de potencias, pero, según la emisora Kan, Netanyahu lo impidió el mismo día.
Tal acción se contuvo posiblemente para evitar que el choque aumentara debido a la falta de consenso entre fuerzas, como ha ocurrido en la guerra contra Hamas; sin embargo, fuentes del Gobierno defendieron el accionar de Benjamin Netanyahu al justificar que de todas formas cobrarán esa embestida.
Por ello, funcionarios lanzaron mensajes al régimen iraní al sostener que el retraso no es por miedo, sino para elegir la mejor reacción, mientras voces en el territorio rival auguran cada vez más fuerza, pues según Ebrahim Raisi tienen la capacidad para destruir a Israel, como ese país lo hace con Gaza desde hace medio año, pues pese a una nueva amenaza en los últimos días mantiene ataques en Gaza, cerca de Rafah y en zonas donde sospechan que operan los yihadistas.
Sobre ese otro conflicto, Qatar insistió en no abandonar la negociación para alcanzar la ansiada tregua, pero advirtió que este escenario luce cada vez más delicado, pues sólo usan el diálogo para nuevos jaloneos y hasta avivar el conflicto en vez de garantizar la liberación de los más de 130 rehenes que siguen cautivos en la Franja.
Por ello, fuentes informaron que la nación árabe analiza su continuidad como mediador, al abundar que no se dejarán usar para otro tipo de intereses.
