La amenaza de crisis económica sacudió la elección en Argentina con un sorpresivo resultado para una segunda vuelta entre el favorito desde agosto pasado, el ultraderechista Javier Milei (29.98%), y el ministro de Economía, Sergio Massa (36.68%).
Pese a que todas las encuestas y pronósticos daban como ganador al radical de Libertad Avanza, lo que anticipaba una agitación en los mercados, éste sufrió un duro revés al ser vencido por seis puntos por un miembro del gabinete de Alberto Fernández, al que culpa de la situación financiera, y convertirse así en el primer político que gana las primarias, pero pierde después.
El populista que amagó con cerrar el Banco Central de llegar a la Casa Rosada reiteró la importancia de este primer paso al votar en Almagro; luego de las felicitaciones por la coincidencia de la jornada electoral con su cumpleaños, el también economista advirtió que ayer sería un día decisivo para elegir entre ser una potencia o “la villa miseria más grande del mundo”.
Pero su frontalidad contra el peronismo al que prometió sacar tras décadas en el poder no fue suficiente, pese a que atrajo a quienes están hartos por la inflación que ya alcanzó 138 por ciento anual, la pobreza y la tormenta financiera, y repitió el voto de hace dos meses.
Después de reconocer el balotaje en el que desbancaron a Patricia Bulrrich sigue con la confianza de derrocar al peronismo. “Vamos en noviembre por la gloria”, asestó el político que prometió que tendría la mejor gestión en la historia en torno a la cita programada en cuatro semanas, pues sostuvo que no hay nada definido y tiene otra oportunidad para vencer al kirchnerismo, al que ve como organización criminal.
En un discurso ante sus simpatizantes destacó el logro histórico de llegar a segunda ronda cuando hace dos años nadie imaginaba que podían disputar el papel de principal fuerza y ahora están de tú a tú por la silla presidencial contra lo que denominó como “lo más nefasto de la democracia moderna”, pues insistió que lucharán para acabar con la corrupción, terminar con los privilegios de una “casta” que se niega a dejar los privilegios, evitar que más jóvenes se vayan y recuperar lo que se pueda de Argentina, luego de denostar la gestión de Fernández en múltiples ocasiones por encabezar “una nación de mier…”.
Dicha postura tuvo respuesta desde la campaña ganadora. Massa, del ala moderada, agradeció el respaldo ciudadano al declarar: “Estoy convencido de que éste no es un país de mier… como dicen” y que el triunfo los acerca a reconstruir a Argentina, luego de casi duplicar los votos que obtuvo en agosto pasado.
Agregó que, más allá de este primer paso, se demuestra que la democracia resiste para enfrentar los desafíos. Incluso dedicó un mensaje a quienes no votaron por él o sufragaron en blanco al anticipar: “No les voy a fallar”, pues tiene casi 30 días para ganarse su confianza y amarrar la victoria.
Síguenos también en Google News
Leo
