Ataque a Ucrania

Moscú acusa a Occidente de boicotear el diálogo

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a Occidente de sabotear las conversaciones de paz

Moscú acusa a Occidente de boicotear el diálogo
Moscú acusa a Occidente de boicotear el diálogo Foto: Reuters

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a Occidente de sabotear las conversaciones de paz; en tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reconoció que hay un alto riesgo de que cese el diálogo con Moscú.

Lavrov aseguró que las negociaciones celebradas en Estambul el mes pasado habían avanzado en cuestiones de reivindicaciones territoriales rusas y garantías de seguridad hasta que los diplomáticos ucranianos se echaron para atrás a instancias de Occidente.

“Estamos estancados por su deseo de jugar todo el tiempo. Por las instrucciones que reciben de Washington, de Londres, de algunas otras capitales, de no acelerar las negociaciones”, aseguró.

Al preguntarle por el riesgo de que la guerra se extienda a la vecina Moldavia tras una serie de explosiones que sacudieron una región fronteriza separatista, respondió que ese país “debería preocuparse por su propio futuro, porque están siendo arrastrados a la OTAN”.

Sin embargo, el canciller dijo que Rusia no se considera en guerra con la OTAN por Ucrania, ya que tal situación aumentaría los riesgos de una guerra nuclear.

Más tarde, luego de que se diluyeran las esperanzas de desalojar a civiles de una fábrica en Mariupol, el mandatario ucraniano expresó su pesimismo sobre la perspectiva de continuar las conversaciones de paz con Rusia, y culpó a la ira pública por lo que dijo que eran atrocidades cometidas por las tropas rusas.

“La gente (ucraniana) quiere matarlos. Cuando existe ese tipo de actitud, es difícil hablar de las cosas”, citó Interfax, retomando a periodistas polacos.

Entre tanto, continúan las gestiones de los aliados para sancionar a Rusia por su decisión de invadir al país vecino. Estados Unidos propuso usar los bienes confiscados a oligarcas rusos para compensar a Ucrania por los daños causados por la invasión de las tropas de Moscú a ese país.

A su vez, los centros de control aéreo de la OTAN registraron esta semana un aumento del número de aviones rusos que se han aproximado a su frontera sin identificar y que han sido rastreados e interceptados por los cazas de la alianza desplegados para vigilar el Báltico y el Mar Negro.