El primer afroamericano en encabezar el Departamento de Estado en Estados Unidos, Colin Powell, falleció por complicaciones de Covid-19, pese a contar con ambas vacunas contra el virus, evidenciando su debilitado sistema inmune, luego de luchar por varios años contra un mieloma.
El veterano con más de 30 años en las Fuerzas Armadas, recordado como la cara visible de la guerra contra Irak, perdió su mayor batalla ayer a los 84 años de edad después de ser internado en el Centro Médico Militar Nacional de Maryland, según la confirmación de la familia.
Incluso, se detalló que aguardaba por la dosis de refuerzo al ser una persona de riesgo debido al cáncer que combatió durante al menos tres años, pero no pudo ampliar su esquema de protección ante complicaciones de salud, reveló su asistente por casi tres décadas, Peggy Cifrino.
Tras la confirmación en medios, una oleada de reacciones de exmandatarios, legisladores y funcionarios lamentó su muerte resaltando el legado del hijo de inmigrantes como militar, pues creó la doctrina Powell —que establece que la acción militar es el último recurso, pero el más certero con una meta fija—, diplomático y político, quien rompió barreras raciales en un país marcado por la segregación. Y es que además de ser el primer afroamericano en ocupar el Departamento de Estado, hizo lo propio como el primer asesor de raza negra en seguridad nacional para el entonces mandatario Ronald Reagan y jefe del Estado Mayor Conjunto en las gestiones de Bush padre y Bill Clinton, todos de tendencia republicana.
La mayor parte de su carrera fue en las Fuerzas Armadas en las que emprendió grandes luchas como la de Vietnam, Corea del Sur, Alemania y la Operación Tormenta del Desierto, en Irak, y como secretario de Estado lideró las guerras contra Irak y Afganistán, al ser el primero en responsabilizar a Al Qaeda por los atentados del 11-S.
Uno de los primeros en expresar su solidaridad por el deceso del general retirado con cuatro estrellas fue Bush, quien le dio la confianza de unirse al equipo presidencial sólo unos años después que fuera considerado para contender por la presidencia, que finalmente ganó Bush por la indecisión de Powell para postularse y dudas de su familia, pero que a la postre lo llevó al mayor cargo de política exterior y se catapultó como el hombre más respetado de ese equipo, aunque sólo estuvo durante el primer mandato, pues renunció para la reelección.
El general Powell ayudó a una generación de jóvenes a poner la vista más alta.Barack Obama<br>Expresidente de EU
Nunca negó el papel que la raza desempeñó en su vida
El exmandatario lo recordó como “uno de los favoritos de los presidentes”, debido a la cercanía que tuvo con gestiones posteriores como los demócratas Barack Obama ( 2009-2017) y Joe Biden (desde 2021), pese a que él era republicano.
Por separado, el presidente Biden señaló que Colin encarnó los más altos ideales de un guerrero y un diplomático y comentó que, pese a los desacuerdos en algunos temas, quien alcanzó uno de los máximos cargos en Seguridad Nacional siempre se caracterizó por su honor y dignidad, atajando las críticas por su polémica defensa de la llamada Guerra del Golfo. Mientras que Obama resaltó que fue inspiración para las nuevas generaciones.
En tanto, quien años después ocupó su oficina, Antony Blinken, rememoró a Powell como un líder nato que construyó una carrera sólida y un Departamento fuerte y decente, por lo que se dijo comprometido en replicar ese legado; en esa tónica, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, comentó “será imposible reemplazar al general Colin”, a quien consideró su amigo y mentor.
Personificó los más altos ideales de un guerrero y de un diplomáticoJoe Biden<br>Presidente de EU
En concordancia con su figura, el gobierno ordenó izar las banderas a media asta en los edificios de gobierno para rendir homenaje y despedir a uno de sus líderes, quien siempre intentó hacer realidad el ideal de un Estados Unidos para todos. El impacto de la noticia alcanzó otras latitudes como Gran Bretaña y México, donde funcionarios externaron sus condolencias.
En contraste, en redes sociales figuraron mensajes en su contra como hombre clave de una guerra al justificarla basándose en mentiras, pues algunos usuarios recordaron que la historia será quien lo juzgue, mientras que otros puntualizaron que ahora buscan encumbrarlo como ejemplo, cuando cometió graves errores en favor de una guerra contra rivales geopolíticos.
Powell reconoció que sus declaraciones ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2003, para respaldar la guerra en Irak serían una “mancha” que lo perseguiría por siempre, al sostener dos años después que el discurso en el que aseveró que Saddam Hussein albergaba armas químicas y biológicas contenía información dudosa y no fuentes sólidas como lo recabó la inteligencia de EU, razón por la que se dijo devastado, pues dio una declaración falsa. Además, con esa información realizaron el operativo contra aliados de Hussein sin hallar rastro de esas armas, líder que finalmente fue asesinado por tropas estadounidenses.
Incluso, ante ese episodio, Powell refrendó “yo fui quien lo presentó a nombre de EU al mundo y siempre será parte de mi historial”, hecho que fue aplaudido hasta por algunos críticos al asumir su responsabilidad en una invasión a la par de la de Afganistán, estrategia por la que su país ha sido cuestionado en varias ocasiones y ha sufrido grandes bajas.