El número de víctimas mortales por el paso de las lluvias que han provocado graves inundaciones en el centro de China ascendió un 67 por ciento en sólo 72 horas, triplicando las 99 anunciadas el viernes.
En conferencia de prensa, autoridades de la provincia de Henan informaron ayer que durante el fin de semana 292 personas fueron encontradas sin vida en Zhengzhou, capital del territorio, y otras 10 en tres ciudades distintas, 50 siguen desaparecidas y aproximadamente 1.5 millones fueron evacuadas.
Luego de alertar que la cifra podría seguir aumentando en las próximas horas, detallaron que las inundaciones y deslizamientos de tierra provocaron la muerte de 189 ciudadanos, el derrumbe de casas, de 54 y los cuerpos de 39 víctimas fueron hallados en sótanos, garajes y en la Línea 5 del Metro.
Funcionarios de Henan indicaron que las inundaciones dejaron unas 250 mil hectáreas de cultivos destruidas, a lo que le calcularon la pérdida de más de 90 mil millones de yuanes (lo que significarían 14 mil millones de dólares).
El gobernador de la provincia de Henan, Wang Kai, expresó su pésame y condolencias a familiares de las víctimas en nombre del comité del Partido Comunista de la demarcación.
Además, Kai adelantó que ya se tiene un equipo de investigación para evaluar los motivos del desastre y responsabilizar a cualquier funcionario culpable de incumplimiento de su deber.
Desde el pasado 20 de julio las calles de la ciudad presentan grandes cantidades de aguas negras, rebasando poco más de un metro a las personas y arrasando con todo lo que está a su paso.
En su labor, el ejército chino tuvo que derribar una represa al siguiente día para liberar el agua enlodada que abrumaba Zhengzhou.
Sin embargo, las lluvias se dirigieron hacia el norte en los días siguientes y afectaron a las ciudades de Henan, Hebi, Anyang y Xinxiang, donde siete personas perdieron la vida y tres las reportan como desaparecidas.
Según medios locales en Henan continúan suspendidos algunos medios de transporte público.
La semana pasada trascendió que periodistas extranjeros y sus asistentes chinos están siendo obligados a eliminar las imágenes que captan en sus reportes sobre las inundaciones ocurridas en el gigante asiático.
También se dio a conocer que en redes sociales denunciaron que algunos han recibido amenazas de muerte.
En algunas ocasiones los periodistas en China han sido rodeados por ciudadanos que llegan a insultarlos mientras están trabajando, y es en ese momento en el que los han forzados a borrar el material sobre registrado.
Los comunicadores pidieron al gobierno chino que siga manteniendo su promesa de garantizar acceso sin restricciones.
