Fiscalía retoma investigación por irregularidades

Exonerados... 50 años después implicados en crimen de Malcolm X 

Fiscal en NY admite que hubo injusticias y adelanta que anulará las sentencias de Muhammad Aziz y Khalil Islam; víctima dice que no necesita papel que diga que es inocente, pero destaca que se limpie su nombre

Fotografía de archivo de Khalil Islam, al centro, registrado como el tercer sospechoso en el homicidio del activista Malcolm X, el 3 de marzo de 1965, en Nueva York.
Fotografía de archivo de Khalil Islam, al centro, registrado como el tercer sospechoso en el homicidio del activista Malcolm X, el 3 de marzo de 1965, en Nueva York.Foto: AP
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Una investigación derivada de un documental de Netflix abrió la puerta a la exoneración de Muhammad Abdul Aziz y Khalil Islam, dos de los tres condenados en 1966 por el asesinato del activista controversial por los derechos civiles Malcolm X, en Nueva York.

A 55 años de recibir sentencia, pese a alegar su inocencia, el fiscal de Manhattan, en Estados Unidos, adelantó que las condenas de quienes pasaron dos décadas en prisión tras una sentencia de cadena perpetua, se anularán hoy mismo, pues la indagatoria detonada por el especial ¿Quién mató a Malcolm?, desveló una cadena de errores, entre éstas destaca evidencia que confirmaba que ninguno de ellos estaba en el lugar en donde tres suejetos dispararon contra quien se preparaba para dar un discurso.

El principal fiscal Cyrus Vance aseveró al diario The New York Times que ninguno de los dos implicados “tuvo derecho a la justicia que merecía” por el homicidio cometido en febrero de 1965, anticipándose a la solicitud que prevé presentar esta misma noche para desechar ambas condenas, hecho que confirmó con un mensaje a través de redes sociales, en torno a que se ocultó información deliberadamente, aunque no apuntó hacia funcionarios o áreas en específico.

Con esta histórica acción se destapan las omisiones en las que participaron el Departamento de Policía de NY, la Fiscalía de Manhattan, agencias y hasta el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), pues un testigo, identificado como “JM”, respaldó la coartada de uno de ellos, detallando que Aziz estaba en casa a la hora del crimen, por una lesión en la pierna, declaración que se archivó junto a datos de que hubo agentes encubiertos en el lugar, pues había una amenaza creíble contra Malcolm X, por una llamada al Daily News para advertir que el activista sería asesinado, exponiendo racismo y discriminación.

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Pero esta información no se hizo pública y las autoridades concluyen que de haberse entregado a la defensa o a la Fiscalía, lo más probable es que se les absolviera. Incluso, el único confeso de los detenidos, Talmadge Hayer o Thomas Hagan —quien salió de prisión por libertad condicional—, declaró en el juicio que los otros dos no estaban involucrados, hecho que ratificó casi una década después por escrito, pero su afirmación no fue suficiente para liberarlos de una larga sentencia en prisión por un crimen que no cometieron.

Al respecto, la abogada de los virtuales exonerados, Deborah Francois, refirió que, pese a los alegatos que puedan dar los involucrados en la indagatoria, es claro que no se trató de un descuido, sino de “una extrema y grave mala conducta oficial”, para acusar a personas inocentes, cuando había otros sospechosos de los que nunca se habló.

Fue en 2020, a raíz del documental de la plataforma de streamming y la presión de abogados y el movimiento Innocence Project, sumado a la defensa, que las autoridades urgieron una nueva indagatoria. El objetivo era aclarar las dudas planteadas, incluyendo las coartadas que dieron Muhammad Abdul, ahora de 83 años de edad, y Khalil, quien falleció hace más de una década, al argumentar su inocencia; cabe destacar que al momento de la tragedia se identificaban como Norman 3X Butler y Thomas 15X Johnson, liberados en 1985 y 1987, respectivamente.

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El único de los dos que sobrevive, quien suma más de 30 años en libertad, reiteró que su sentencia se basó en un “proceso corrupto desde la raíz” y eso le causó perder toda relación con sus hijos; hecho que ahonda la serie adelantando que los asesinos pudieron ser miembros o devotos de la Nación del Islam.

Y, aunque refirió que no necesita un papel que diga que es inocente para que se conozca la verdad, resaltó que con estas acciones se reconoce oficialmente la versión que siempre sostuvo y se limpia su nombre y el de su familia, pues no tuvo que ver en el asesinato del líder afrodescendiente, identificado como el portavoz de la Nación del Islam, agrupación de la que se separó poco antes de ser brutalmente asesinado en el Harlem.

Sin embargo, tras esta larga batalla de casi seis décadas —dos en la cárcel y tres libre—, Aziz confía en que su caso sea un precedente para que la justicia del país asuma la responsabilidad “por el daño inconmensurable que me causó”; cabe destacar que éste es un caso que ha sido revisado por especialistas, policías, historiadores, musulmanes y líderes negros.

Sus declaraciones fueron respaldadas por su abogado, David Shanies, quien comentó en un comunicado que a sus clientes “les robaron la libertad y los tildaron de asesinos de un destacado líder de los derechos civiles”. Por separado, el cofundador de Innocence Project, Barrey Scheck, quien calificó este caso, por el que dos hombres inocentes fueron sentenciados, como “uno de los peores errores judiciales más flagrantes”.

  • El dato: Los abogados de los implicados denunciaron por años que muchos documentos se perdieron y las armas usadas en ese crimen ya no están disponibles para pruebas.