Por tercera ocasión desde 2018 el régimen de Nicaragua provocó la parálisis de la edición impresa de La Prensa, al retener el papel, insumo básico, sin justificación; mientras que opositores y organismos cuestionaron esta represalia contra el principal diario crítico y más longevo del país.
A menos de tres meses de las elecciones, el presidente Daniel Ortega reanudó el bloqueo que provocó que el medio más criticó impreso dejara de circular durante unos 500 días entre 2018 y 2019, y sigue allanando el camino para garantizar su cuarta reelección consecutiva y acallar a sus detractores, lo que convertiría a Nicaragua en la primera nación de la región sin periódicos impresos, luego de reiterados ataques contra el gremio al obstaculizar la entrega de papel embodegado, pues tras la desaparición de El Nuevo Diario, éste es el único que resistió a la crisis económica de 2019.
El diario, que hasta hace un mes era encabezado por Jaime Chamorro, tío de la aspirante detenida Cristiana Chamorro e integrante de unas de las familias más afectadas por el régimen, dedicó en portada un duro mensaje a la pareja presidencial en su última edición, pues ya no cuenta con material para imprimir otro ejemplar.
Una vez más, el régimen orteguista nos ha retenido el papel. Mientras no liberen nuestros insumos no podemos circular en la edición impresa, pero no nos callaránDiario La Prensa
“Sin libertad de prensa no hay libertad”, se lee en la cara de la edición incompleta de ayer 12 de agosto; mientras que en redes sociales el medio alertó que un Gobierno que no garantiza la libertad de prensa es uno que va en contra de la democracia y prefiere un pueblo que no esté informado.
Además, advirtió que, pese a esta nueva y “mañosa censura”, no los callarán, pues seguirán documentando los atropellos del mandatario a través de su sitio web y redes sociales, pues “no pueden ocultar la verdad”. Asimismo, ofreció una disculpa a sus lectores al aseverar que la culpa es únicamente del Gobierno.
Recordó que hechos similares de retención de papel ocurrieron entre 2018 y 2019, el peor periodo de protestas contra el régimen que acusó al periódico de respaldar un “fallido golpe de Estado”.
Condenamos la actitud hostil y antilibertad de prensa del gobierno de Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, quienes apuestan a la asfixia económica y a continuos ataques contra periodistas y mediosSociedad Interamericana de Prensa
Ante esta censura que provocó pérdidas económicas millonarias, la publicación tardó 75 semanas en volver a circular a finales de febrero de 2020, gracias a la mediación del nuncio apostólico monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag. Y en su editorial titulado “Retienen otra vez el papel de La Prensa”, reiteró que “sin una prensa libre y de calidad, la sociedad no puede respirar”.
Esta retención también afectó la circulación del diario Hoy, del mismo grupo editorial, que a diferencia del principal crítico no alcanzó a informar en su impreso sobre este ataque.
De acuerdo con documentación del diario, misma que fue publicada ayer, la Dirección General de Aduanas (DGA) tiene 23 toneladas de papel en un almacén fiscal y no ha justificado por qué no ha liberado el recurso que ingresó por el puerto Corinto desde el pasado 26 de julio.
Y sostuvo que este retraso es hasta ilegal, ya que el papel está exento de toda clase de impuestos; incluso, recordó que desde junio pasado el secretario de la Junta Directiva de La Prensa, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, puntualizó que no hay razón para que se solicite un nuevo aval expedito, pues según la ley este cargamento debe ser enviado al
almacén fiscal y de ahí ser entregado, pero el régimen ha provocado que éste no sea “liberado en tiempo y forma”, superando incluso el máximo estipulado por la ley que es de 10 días.
El periódico agregó que envió al menos dos cartas al director de Aduanas, Eddy Medrano Soto, quien ha ignorado sus peticiones para entregar los suministros indispensables para subsistir, y hasta los ha dejado “en visto” en WhatsApp sin dar información sobre el motivo para retener los rollos de papel periódico.
Podrán retener sus materiales e insumos de trabajo, perseguirlos, amenazarlos, criminalizarlos, forzarlos al exilio, pero su amor por Nicaragua y sus voces denunciantes no pueden callarseCentro Nicaragüense de Derechos Humanos
Sin embargo, pese a ser evidenciado por el periódico, el régimen ni el departamento señalado respondieron a las alusiones ni adelantó una posible fecha para terminar con esta censura.
Este hecho se da en un contexto en el que Ortega ha eliminado a sus contendientes con la aprehensión de 38 aspirantes a la presidencia y la vicepresidencia, activistas y periodistas, el más reciente ocurrido la semana pasada cuando ordenó el arresto domiciliario de la ex Miss Berenice Quezada, integrante de la única fórmula registrada oficialmente para los comicios del 7 de noviembre.
Además, ha provocado el exilio de líderes disidentes como la presidenta de Ciudadanos por la Libertad, Kitty Monterrey, y periodistas como el director del Confidencial, Carlos Fernando Chamorro, ambos en Costa Rica.
Ante esta situación, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) calificó de “hostil” el secuestro de papel e insumos por parte del régimen de Daniel Ortega contra medios independientes, luego de que hace meses alertara sobre los golpes del régimen a la prensa. Y aseveró que ese gobierno “apuesta a la asfixia económica y a los continuos ataques contra periodistas y medios de comunicación”, como práctica recurrente, pues también sucedió en 2018 y 2019.
Mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) expresó su solidaridad y al igual que medios y periodistas de oposición en la nación que llamaron a mantener la resistencia de cara a los comicios.