Autoridades de salud de Dinamarca, Noruega e Islandia suspendieron el uso de la vacuna contra el COVID-19 producida por AstraZeneca, luego de la detección de algunos casos de trombosis y hemorragia cerebral.
Tres trabajadores de la salud que recibieron la vacuna fueron hospitalizados y están siendo tratados por hemorragia, coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas en sangre.
"No sabemos si los casos están relacionados con la vacuna", dijo Sigurd Hortemo, médico jefe de la Agencia Noruega de Medicamentos en una conferencia de prensa celebrada conjuntamente con el Instituto Noruego de Salud Pública.
Las tres personas tienen menos de 50 años.
AstraZeneca responde
AstraZeneca dijo que un análisis de sus datos de seguridad que cubren los casos reportados de más de 17 millones de dosis de vacunas administradas no mostró evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia, con niveles bajos de plaquetas.
"De hecho, el número informado de este tipo de eventos para la vacuna COVID-19 AstraZeneca no es mayor que el número que habría ocurrido de forma natural en la población no vacunada", declaró una portavoz de la compañía.
Tales tendencias o patrones tampoco se observaron durante los ensayos clínicos de la vacuna, agregó.
Europa presenta retrasos en vacunación
Europa enfrenta problemas para acelerar el despliegue de las vacunas, luego de retrasos en las entregas de Pfizer y AstraZeneca, incluso cuando un aumento de los casos ante variantes más contagiosas del virus ha generado nuevas cuarentenas en países como Italia y Francia.
Dinamarca suspendió el uso de la vacuna por dos semanas después de que una mujer de 60 años, que recibió una inyección de AstraZeneca del mismo lote de vacunas utilizado en Austria, formó un coágulo de sangre y falleció, dijeron las autoridades sanitarias danesas.
Islandia también suspendió las inyecciones mientras espera los resultados de una investigación de la EMA. Por su parte, Italia indicó que que suspenderá el uso de un lote de AstraZeneca diferente al utilizado en Austria.
Algunos expertos en salud afirmaron que hay poca evidencia que sugiriera que la vacuna de AstraZeneca no deba administrarse y que los casos de coágulos de sangre se corresponden con la tasa de tales casos en la población general.
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