Sin el apoyo de México, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un pronunciamiento en el que desconoció las elecciones presidenciales del pasado 7 de noviembre en las que se reeligió Daniel Ortega en Nicaragua, al advertir que “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
El acuerdo fue promovido por las representaciones de Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay, las cuales expresaron su alarma por el deterioro de la situación de los derechos políticos en ese país.
“La Situación en Nicaragua”, nombre del acuerdo, instruye al Consejo Permanente de la OEA a una “evaluación colectiva inmediata” sobre la situación que vive la nación centroamericana y pide elaborar un informe, antes del 30 de noviembre, para tomar “acciones apropiadas”.
Según el documento, las instituciones democráticas en Nicaragua han sido seriamente socavadas por el gobierno encabezado por el exguerrillero Ortega.
La resolución de la OEA fue avalada con 25 votos a favor, uno en contra —Nicaragua— y siete abstenciones: México, Bolivia, Honduras, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Belice y Dominica
Destaca que Nicaragua ha “ignorado todas las recomendaciones de la OEA”, y que las iniciativas diplomáticas llevadas a cabo por el organismo para promover la democracia “no han tenido éxito por haber sido ignoradas”.
Mi país, a partir de su mandato constitucional de promoción, protección y respeto a los derechos humanos, ha externado al gobierno de Nicaragua nuestras preocupaciones sobre el proceso político llevado a cabo el pasado 7 de noviembreLuz Elena Baños, Representante permanente de México ante la OEA
El texto aprobado no pide abiertamente la activación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, en virtud del cual se puede suspender a un Estado miembro si rompe el orden democrático y la diplomacia no da resultados. Pero sí podría desembocar en su activación en función de las conclusiones de “la evaluación colectiva”.
Durante la sesión de ayer, la embajadora Luz Elena Baños, representante permanente de México ante la OEA, indicó que el Gobierno federal reitera su firme compromiso con los derechos humanos, así como con los procesos electorales plenos, pilares indispensables de cualquier democracia.
“Mi país, a partir de su mandato constitucional de promoción, protección y respeto a los derechos humanos, ha externado al gobierno de Nicaragua nuestras preocupaciones sobre el proceso político llevado a cabo el pasado 7 de noviembre y, especialmente, en lo que hace a la libertad de expresión y a la participación política de su ciudadanía, que derivó en el llamado a consultas de nuestro embajador acreditado en dicho país”, expuso la diplomática.
“Sin embargo, ha sido posición constante de México no apoyar decisión alguna en el seno de la OEA que esté encaminada a aislar, intervenir o imponer algún tipo de sanción a un Estado miembro, pues ello está fuera de la competencia de la OEA”, declaró.
En opinión de Baños es atribución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas determinar la situación que ponga en peligro la paz y la seguridad internacionales.
“Tampoco podríamos reconocer que la OEA goce de facultades implícitas o residuales; es decir, atribuciones que no estén expresamente previstas en las obligaciones que hayamos asumido en forma soberana”, declaró.
Además de México, Honduras, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Belice, Boivia y Dominica se abstuvieron. La delegación de San Cristóbal y Nieves estaba ausente y Nicaragua votó en contra.
“México se rige por los principios normativos de su política exterior, establecidos en el artículo 89 de nuestra Constitución, y en su práctica diplomática se conduce conforme a la Doctrina Estrada. Es precisamente con base en esta doctrina que mi Gobierno ha llamado a consultas al embajador de México en Nicaragua”, refirió la embajadora Baños.
“Hacemos un llamado a los Estados Miembros de la OEA para encontrar, a través del diálogo y dentro del respeto a la soberanía y a los derechos humanos, las vías que permitan fortalecer la democracia y reitera su disposición para colaborar constructivamente para que la situación que nos ocupa sea superada por las y los nicaragüenses, de manera pacífica”, remató la funcionaria diplomática mexicana.
- El dato: Nicaragua rechazó de manera categórica la resolución y denunció que entre sus proponentes había un “impostor”, en referencia a la delegación de Juan Guaidó por Venezuela.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, destacó que está claro que las elecciones del 7 de noviembre no cuentan con las garantías mínimas. “Es notorio que hay presos políticos. Es notorio que Nicaragua tiene que realizar unas reformas electorales imprescindibles, es notorio que Nicaragua tiene que tener elecciones creíbles en el futuro más inmediato, más cercano”, afirmó.
En las elecciones del domingo, el dirigente sandinista fue reelecto después de apartar a los opositores que podían competirle y se impuso a cinco candidatos derechistas desconocidos, a quienes se les acusó de colaborar con el gobierno.
Mientras tanto, y como un mantra, el representante de Nicaragua solicitó el derecho de réplica para afirmar que las elecciones fueron “libres” y pedir “respeto”. Cuando le llegó el turno a su país, su representante, Michael Campbell, recalcó: “Nicaragua, señor presidente, merece respeto, no sanciones ni amenazas, no bloqueos ni actitudes belicosas”.
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