La Organización de los Estados Americanos (OEA) exigió anular las “elecciones ilegítimas” de Nicaragua y pidió a la comunidad mundial presionar al presidente Daniel Ortega, quien se apresura para asumir su cuarto mandato seguido, a poner fin a la erosión democrática y represión.
Ante el rechazo y preocupación de 39 naciones por el autoritarismo que construyó el sandinista en la “pantomima” del #7N, el secretario general del organismo, Luis Almagro, urgió a redoblar acciones contra el régimen, incluyendo distintos mecanismos como las sanciones, para empujar unas elecciones libres y justas, al admitir que las del fin de semana fueron todo lo contrario, muestra de ello es la baja asistencia que ha desmentido el gobierno, pero que la oposición sostiene fue de 18 por ciento.
Con este panorama, en el que Ortega acumulará 20 años continuos en el poder al concluir el periodo 2022-2027, Almagro insistió, tomando como base recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la urgencia para restituir la democracia y la credibilidad, pues Nicaragua actuó contrario a la Carta Democrática, pues la disidencia y la libertad de expresión siguen bajo ataque.
La comunidad internacional debe exigir la anulación de las elecciones del domingo 7 de noviembre, y hacer un llamado para la celebración de un nuevo procesoLuis Almagro, Secretario general de la OEA
La petición fue respaldada de manera insólita por uno de los derrotados el #7N, el pastor evangélico Guillermo Osorno, quien ratificó “fue un fraude”.
El hombre que alcanzó el tercer lugar con 3.30 por ciento de los votos, según el Consejo Supremo Electoral (CSE), invitó al mandatario a repetir los comicios en un año para recuperar la paz y afirmó que la elección la ganó el no voto. Osorno fue uno de los cinco aspirantes que llegó a la contienda supuestamente para dar “una sensación de normalidad”, según la OEA.
“Vayamos el próximo año a un proceso de alcaldías y nacionales, valórelo (Daniel Ortega), porque amo a mi país”, sostuvo el de Camino Cristiano Nicaragüense dos días después de la llamada “farsa electoral”. Asimismo, declaró que el Frente Sandinista alteró la votación al aparecer miles de votos a favor del orteguismo, aunque deslindó al mandatario de cualquier irregularidad durante el proceso del pasado fin de semana.
En un informe de 17 páginas, en el que se advierte que Ortega optó por la ruta autoritaria, el organismo pugnó por restablecer las libertades y el Estado de derecho, en referencia a los 39 opositores encarcelados que sumó el régimen en cinco meses, al iniciar una embestida con el arresto de la aspirante Cristiana Chamorro bajo causas creadas en la legislación a modo conocida como Ley 055.
Incluso, precisó que tan sólo en 42 días perpetró el arresto de los siete candidatos presidenciales y durante este año electoral rechazó el acompañamiento electoral de la OEA y medios de países que no son afines al orteguismo, a los que llama “demonios” y descalifica sólo por dar voz a la oposición.
El líder del organismo que concentra a 35 naciones también exhortó a Ortega a terminar inmediatamente con la represión y detenciones arbitrarias, que persistieron incluso en la elección con la captura de dos reporteros, y liberar urgentemente a todos los presos políticos.
Sin embargo, reconoció que, pese a recomendaciones de años, pues el régimen ha sido puesto en duda desde 2018, Ortega ha ignorado al menos 20 posicionamientos del Grupo Interdisciplinario de Expertos (GIEI) de la CIDH en torno a la violación a los derechos humanos, por lo que reiteró “Nicaragua debe implementar las recomendaciones que han hecho instancias internacionales para tener elecciones genuinas y auténticas”, pues refirió que, incluso el día de la elección, mintió a su pueblo, hecho que estaría relacionado con la participación “inflada”, pues mientras que el observatorio Urnas Abiertas afirmó que apenas y alcanzó 20 por ciento, el régimen sostiene que fue de 65 por ciento.
En este documento enlistan varias anomalías electorales y en los últimos años como la debacle democrática, a costa de cooptar a institutos y poderes del país, lo que se ha convertido en el mayor riesgo en Nicaragua, pues eso conlleva al debilitamiento de la disidencia que queda totalmente limitada en un sistema en el que no hay independencia, pues el Ejecutivo controla todo. También da cuenta de la represión compuesta por el arresto de opositores, asedio y cancelación de partidos políticos y Organizaciones no Gubernamentales (ONG) antagonistas.
La postura de la OEA se da luego de que cuatro exmandatarios latinoamericanos exigieran frenar la “consolidación de una dictadura” y luego de las fuertes declaraciones de celebración de Ortega en las que tachó de “hijos de pe… de los imperialistas yanquis” a los opositores presos y quienes, dijo, perdieron el derecho de ser llamados nicaragüenses al promover la injerencia extranjera. En ese mismo discurso se lanzó contra Estados Unidos y Europa, regiones que advirtieron que reforzarán las sanciones contra el sandinista y sus aliados.
Al respecto, el secretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EU, Ricardo Zúñiga, señaló que este resultado era el esperado por parte de una “dictadura que carece de cualquier mandato democrático”.
Y en la misma tónica que la OEA, el funcionario llamó a la comunidad mundial a condenar los resultados de este domingo y no dejarse engañar por un régimen así.
