Acusan a Moscú de no respetar corredores humanitarios

Ofensiva rusa sigue avanzando sobre Kiev

Bommbardeos logran avances significativos para cerrar el acceso ucraniano al mar; Mariupol no tiene agua, calefacción ni electricidad y se está quedando sin alimentos

El cuerpo de un soldado yace al borde de la carretera cerca de Zhytomyr, ayer.
El cuerpo de un soldado yace al borde de la carretera cerca de Zhytomyr, ayer. Foto: Reuters

En el octavo día desde el inicio del ataque ruso sobre Ucrania, continúan las alarmas en distintas ciudades por bombardeos, mientras que desde Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin mantiene los ofrecimientos al diálogo, pero también las amenazas hacia sus vecinos.

Mientras una enorme columna de vehículos blindados rusos parecía estancada en las afueras de Kiev, amenazando con tomar la capital, el ejército continúa el lanzamiento de cientos de misiles y ataques de artillería contra ciudades y otros lugares del país, logrando avances significativos en el sur, en un aparente intento de reducir el acceso de Ucrania al Mar Negro y al Mar de Azov, lo que supondría un golpe duro para su economía y podría empeorar una situación humanitaria que ya es grave.

La ciudad ucraniana de Mariupol no tiene agua, calefacción ni electricidad y se está quedando sin alimentos, dijo este viernes su alcalde, mientras las fuerzas que combaten el ataque ruso advertían que necesitaban refuerzos para evitar perder el control de esta ciudad portuaria.

El alcalde Vadym Boychenko pidió ayuda militar y la creación de un corredor humanitario para evacuar a algunos de los 400 mil residentes de la ciudad tras cinco días de bombardeos.

Sin embargo, los funcionarios locales en la ciudad de Kherson, en el sur de Ucrania, dijeron el viernes que Rusia no está cumpliendo con su parte del trato en los “corredores humanitarios” propuestos, incluso cuando los suministros de alimentos y otras necesidades comienzan a disminuir en la región.

La ONU dijo ayer que está lista para apoyar la puesta en marcha de corredores humanitarios en Ucrania tras el principio de acuerdo alcanzado el jueves entre Kiev y Moscú para tratar de facilitar la evacuación de civiles de zonas afectadas por los combates y entregar alimentos y medicinas.

Diplomacia y amenzas. Por la mañana, se informó que el presidente Putin, le dijo al canciller alemán, Olaf Scholz, en una llamada telefónica, que Rusia está dispuesta a dialogar sobre Ucrania si se cumplen todas sus exigencias.

(El presidente Putin) confirmó que Rusia está abierta al diálogo con la parte ucraniana, así como con todos los que quieren la paz en Ucrania. Pero con la condición de que se cumplan todas las exigencias rusas
Kremlin / Comunicado

“(Putin) confirmó que Rusia está abierta al diálogo con la parte ucraniana, así como con todos los que quieren la paz en Ucrania. Pero con la condición de que se cumplan todas las exigencias rusas”, dijo el Kremlin en un comunicado.

Mientras que Putin amenazó a sus rivales geopolíticos regionales, a quienes recomendó “no agravar la situación, ni imponer limitaciones” tras el ataque a la planta nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania, que ardió durante horas generando inquietud por un posible desastre atómico.

“No tenemos malas intenciones, no hay necesidad de agravar la situación, de imponer restricciones, cumplimos todas las obligaciones”, dijo.

Por separado, Ucrania dijo que se tiene previsto celebrar este fin de semana una tercera ronda de conversaciones con los rusos para tratar de poner fin a los combates, dijo uno de los negociadores de Kiev.

En tanto, luego del ataque a una central nuclear, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, apeló nuevamente a Occidente para que imponga una zona de exclusión aérea sobre su país.

No obstante, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó esa posibilidad, advirtiendo que esa medida podría desembocar en una guerra generalizada en Europa. Explicó que para implementar una zona de exclusión, se tendría que enviar aviones de combate que se verían obligados a derribar aviones rusos.