Desde el surgimiento de Ómicron el mundo ha acumulado 90 millones de contagios de Covid-19, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) al exponer serias preocupaciones por la reducción de medidas sanitarias en Europa.
Dicha incidencia muestra que en sólo 10 semanas, desde que Sudáfrica reportó la aparición de la variante, esta nueva oleada ya suma casi la cuarta parte de los más de 380 millones de infecciones a nivel mundial por la pandemia en un periodo muy corto, aunque no todos se deben a este linaje, pues Delta sigue teniendo gran presencia en varias zonas.
Además, las advertencias se elevan al comparar esta cifra con la de todo el año 2020 —cinco veces más semanas que el periodo evaluado—, que cerró por arriba de los 81 millones de nuevos contagios, es decir, durante el primer año de emergencia sanitaria hubo 1.5 millones cada siete días y ahora suman hasta nueve millones en este mismo plazo.
Al respecto, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó de prematuro que varios gobiernos levanten las restricciones sanitarias, cuando éstas son clave para reducir la propagación del virus “que sigue evolucionando frente a nuestros ojos”, pues no sólo hay alzas de positivos, sino de decesos, ya que en la última revisión se detectó un incremento peligroso en cuatro de las seis regiones del mundo.
Sostuvo que no se requiere retornar a los confinamientos —como actualmente lo hace China con su política de tolerancia cero en la antesala de los Juegos Olímpicos de Invierno—, pero sí garantizar ciertas medidas, más allá de los niveles de inmunización, pues preocupa el discurso de algunos gobiernos que, al considerar más leve esta mutación, ven innecesario contener el virus y ya hasta declaran la victoria, al recordar el relajamiento en países como Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Irlanda y Países Bajos.
Mientras que la epidemióloga líder del organismo, Maria van Kerkhove, reiteró que aún no es momento de quitar las normas, pero aconsejó a los que ya lo están haciendo a tomar medidas graduales para evitar un riesgo como ha ocurrido en el pasado.
Además, los expertos señalaron que hay otras amenazas en esta lucha como las subvariantes de Ómicron, pues la OMS reveló que hay cuatro que rastrean actualmente; y precisaron que la BA.2 tiene muchas similitudes a la variante sudafricana que data de noviembre pasado, pero que podría ser más contagiosa que ésta, de acuerdo con Van Kerkhove.
La funcionaria reveló que algunos datos “sugieren que es un poco más transmisible que la variante BA.1 (otro sublinaje)” y, aunque pueda ser igual de leve, no debe minimizarse el riesgo de infección cuando se adentran en el tercer año de pandemia desde que China reportó un virus desconocido. Incluso, Adhanom detalló que ésa está creciendo en Dinamarca e India —que ya tuvo su propia cepa originaria—, por lo que llamó a mantener la vigilancia epidemiológica y aplicación de pruebas, para tener un control sobre el surgimiento de otras cepas y de la propagación de este virus, en todas sus versiones.
Asimismo, en conferencia de prensa alertaron que la acumulación excesiva de basura y desechos sanitarios agravará la crisis ambiental, pues tan sólo la aplicación de hasta ocho millones de vacunas anti-Covid ha ocasionado una pila de más de 140 mil toneladas de basura.
Admiten que el problema es que, aunque se contemplaba este escenario, hay hospitales y países que no cuentan con un apropiado sistema de residuos, entre ellos los químicos, debido a temas económicos.
- El dato: Autoridades señalan que mientras siga al alza la tasa de contagios se corre el riesgo de que pase lo mismo con los decesos, cuando éstos ya se habían estabilizado a la baja.