Ante el riesgo de que el Covid-19 mute nuevamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordó mantener el combate a la pandemia como una emergencia mundial.
A dos años y medio de declarar la emergencia sanitaria por este virus, los integrantes del Comité de Emergencia determinaron que lo más seguro es extender esta medida hasta inicios del próximo año mientras suman 626 millones de contagios y 6.5 millones de fallecimientos, de acuerdo con el registro de la Universidad Johns Hopkins.
La decisión tras analizar las ventajas e inconvenientes evidencia los temores de que algunas de las naciones más afectadas se acercan al invierno y podrían registrar nuevas oleadas, pues es la época en la que pueden aumentar los contagios, pese a la vacunación. Tal es el caso de Estados Unidos, Francia, India, Alemania y Gran Bretaña, que acumulan por sí solas entre 24 y 97 millones de positivos desde que se detectó el primer caso de SARS-CoV-2 en China.
Los especialistas resaltaron que esta medida permitirá mantener la investigación y vigilancia en la materia para erradicar este virus, pues la vacunación no ha sido suficiente.
Asimismo, reconocieron que actualmente hay un descenso en los contagios y en los decesos, un paso significativo para acabar con el coronavirus; sin embargo, saben que en cualquier momento otra variante podría provocar una nueva escalada, tal como ocurrió con Ómicron junto a sus sublinajes, los cuales fueron más contagiosos y levantaron alertas a nivel internacional.
En esa tónica, el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que el Covid ya los ha sorprendido antes con repuntes y oleadas que provocaron nuevos confinamientos y retrocesos en esta lucha.
El doctor explicó ante los periodistas que, aunque son de aplaudirse los avances, “sigue habiendo incertidumbre y muchos riesgos” en el mundo.
Por ello, recalcó el llamado a los ciudadanos y a los gobiernos a reforzar su estrategia de vacunación, pues a la fecha sólo cuatro mil 980 millones de ciudadanos de los casi ocho mil cuentan con su doble dosis, casi dos terceras partes de la población mundial.
Agregó que son las regiones de bajos recursos a las que más les hacen falta los fármacos para garantizar la inmunidad a sus habitantes, mientras que en las naciones más desarrolladas aún no se alcanza el 100 por ciento por la resistencia de algunos sectores.
En tanto, el Comité insistió que aunque las cifras actuales son bajas no hay garantías de que el virus no tendrá más mutaciones, y su incidencia sigue siendo mayor en comparación con otras enfermedades respiratorias.
Esto se relaciona con la falta de acceso a antivirales y otros tratamientos en países en desarrollo o de bajos recursos.
Ante esta situación, los expertos admitieron otras preocupaciones en torno al llamado Covid largo, pues un porcentaje de los afectados aún lucha con problemas desencadenados por una infección por SARS-CoV-2, tema que médicos y especialistas en todo el mundo siguen evaluando.
Y recordó que en el tema de la inmunización la desigualdad persiste en algunas regiones, pero poco a poco éstas se redujeron drásticamente.
También solicitó a todas las naciones actualizar su estrategia contra este virus, pues hay sectores que son más vulnerables al contagio o la muerte más allá de si tienen una o hasta cuatro vacunas, como lo han avalado algunos países.
Cabe destacar que en lo que va del año suman 340 millones de infecciones en el mundo, lo que representa un alza de más de 110 por ciento en comparación con el acumulado de 2020 y 2021, pues el conteo de Johns Hopkins cerró el año pasado con 286 millones de casos de coronavirus.
FBPT