El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, criticó –sin mencionar nombres– a los países que rechazaron los hechos sobre la pandemia de coronavirus e ignoraron las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Desde el principio, la Organización Mundial de la Salud proporcionó información objetiva y orientación científica que debería haber sido la base para una respuesta global coordinada”, dijo Guterres.
“Desafortunadamente, muchas de estas recomendaciones no fueron seguidas. Y, en algunas situaciones, hubo un rechazo de los hechos y un caso omiso a la orientación. Y cuando los países van en su propia dirección, el virus va en todas direcciones”, agregó.
Muchas recomendaciones no fueron seguidas... hubo un rechazo de los hechos y un caso omiso a la orientación. Cuando los países van en su propia dirección, el virus va en todas direccionesAntonio Guterres, Secretario general de Naciones Unidas
Guterres se dirigió a una sesión especial de la Asamblea General de la ONU de 193 miembros sobre el coronavirus.
“Tras casi un año de iniciada la pandemia, enfrentamos una tragedia humana y una emergencia de salud pública, humanitaria y de desarrollo”, resaltó.
“Por primera vez desde 1945, el mundo entero enfrenta una amenaza común, independientemente de la nacionalidad, la etnicidad o la fe. El impacto social y económico de la pandemia es enorme y está creciendo”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recortó los fondos a la OMS durante el año y anunció planes para renunciar al organismo con sede en Ginebra por acusaciones de que era una marioneta de China, lo que la OMS negó. La retirada entraría en vigor en julio del próximo año, pero el presidente electo Joe Biden dijo que revocará la medida.
“En una crisis global, debemos cumplir con las expectativas de aquellos a quienes servimos con unidad, solidaridad y acción global multilateral coordinada”, anotó Guterres, quien está presionando para que haya una vacuna contra el Covid-19 disponible para todos y para que los países ricos ayuden a los que están en desarrollo a combatir y recuperarse de la pandemia.
“Una vacuna no puede deshacer el daño que se extenderá por años, incluso décadas”, reconoció.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir, indicó: “No es momento de señalar con el dedo. Nos hemos reunido aquí para forjar un camino hacia adelante y poner fin al sufrimiento de las personas a las que servimos”.
Antes de abrir la sesión, Bozkir pidió a los embajadores y diplomáticos participantes, todos con mascarilla, que se pusieran de pie para guardar un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de Covid-19.
Dijo que la sesión es “una prueba para el multilateralismo” y que está claro lo que el mundo debe hacer: garantizar el acceso justo y equitativo a las vacunas contra el Covid-19, colaborar “para proteger los países más vulnerables”, garantizar recursos suficientes para una recuperación económica que supere los niveles prepandemia y asegurar que las medidas respeten los derechos humanos y no socaven las instituciones democráticas.
De acuerdo con un estudio publicado ayer por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, unos 207 millones de personas se sumarían a las filas de la población que vive por debajo de la línea de pobreza como consecuencia de la crisis económica por la pandemia.
ntb