Un panel de expertos, respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidió a Rusia detener cambios educativos con los que buscan adoctrinar a niños deportados de Ucrania como parte de su "agenda política y militar", especialmente frente a la guerra.
Ante los intentos de reescribir el plan de estudios y los libros de texto de ese régimen, el Comité de los Derechos del Niño realizó una revisión periódica de las condiciones en ese país, tras audiencias en los últimos dos días en Ginebra, Suiza.
El vicepresidente de la organización encargada de vigilar esas garantías, Bragi Gudbrandsson, exhibió la preocupación por las muertes y lesiones de niños en "ataques indiscriminados" con armas explosivas por parte de Rusia en Ucrania.
Además, mencionó la preocupación por medidas que incluyen la deportación de niños ucranianos, el despojo de su nacionalidad y la concesión de ciudadanía rusa, pues se estima que alrededor de 20 mil menores ucranianos fueron deportados por la fuerza, aunque las cifras exactas son difíciles de determinar por la guerra que está por cumplir dos años. A pesar de las afirmaciones, Rusia lo negó, pero Gudbrandsson subrayó que hay pruebas del traslado de niños de Kiev a Moscú, según funcionarios y otras fuentes.
Además, éste también denunció la presunta “propaganda generalizada y sistemática en las escuelas sobre la guerra en Ucrania", las publicaciones del nuevo libro de historia y un manual de capacitación, con los que enseñan las posturas del gobierno sobre el conflicto. Además, expresó preocupación por la violencia sexual y otros abusos cometidos por soldados rusos contra niños en Ucrania.
Desde el año pasado, la ONU añadió a Rusia a una lista negra de países que violan los derechos de los niños en situaciones de conflicto, citando casos de niños y niñas asesinados durante ataques contra escuelas y hospitales en la nación invadida.
(Con información de Montserrat Méndez)
