El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigió por primera vez un “alto al fuego inmediato” en Gaza tras 171 días de guerra entre Israel y Hamas al abogar por liberar a los rehenes y revertir la crisis humanitaria.
A diferencia de la propuesta estadounidense de la semana pasada, esta vez no hubo veto y 14 naciones respaldaron una resolución para una paz “duradera y sostenible” en pleno Ramadán con miras a poner fin a lo que unos Gobiernos tachan de “baño de sangre”, aunque Rusia criticó que no se corrigiera lo de “duradero”, por ser muy ambiguo.
El texto impulsado por 10 países, ante el que EU se abstuvo, desató el júbilo en el Consejo al considerar que puede ser clave para acabar con el sufrimiento de miles de palestinos refugiados y desplazados, garantizar el retorno “incondicional” de quienes llevan casi medio año cautivos en túneles en la Franja y agilizar la ayuda ante una inminente hambruna.
Ante las críticas a Israel, el observador permanente palestino, Riyad Mansour, resaltó el momento crítico de tal acción.
Declaró que además de ser un punto de inflexión en Medio Oriente podría frenar la invasión que alistan las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) en Rafah, al denunciar las ofensivas que esa nación justifica al actuar contra una organización terrorista.
Sin embargo, no hay certeza sobre su implementación ante los persistentes choques entre la resistencia islámica y el Gobierno de Benjamin Netanyahu, que siguen negociando, con la mediación de Qatar y Egipto, para alcanzar una nueva tregua como en noviembre pasado.
Al respecto, el líder de las Naciones Unidas, António Guterres, lanzó un duro mensaje a Tel Aviv y a la comunidad internacional al advertir que sería un “fracaso imperdonable” no lograr este cese, frente a un saldo de más de 32 mil muertos y una de las mayores crisis humanitarias, mientras que China, dijo que esta resolución podría dar esperanza a los afectados cuando unos piensan que podría ser muy tarde.
Pese al júbilo por acercarse a la paz los sectores en conflicto rechazaron acatar la recomendación que respaldaron países que hasta denunciaron a Israel por presuntos actos genocidas ante la Corte Penal Internacional.
Tel Aviv se pronunció en contra del documento al acusar que tal medida sólo beneficia al agresor y afecta el esfuerzo por liberar a quienes siguen retenidos en la Franja. Según la oficina del premier Netanyahu, el primer posicionamiento desde la masacre de octubre pasado busca obligar a su territorio a detener la respuesta militar contra terroristas sin fijar medidas al enemigo.
Lo que consideró una luz verde para detener la guerra sin que Hamas devuelva a los 136 rehenes.
Y se lanzó contra su aliado EU al evidenciar nuevas tensiones porque éste no bloqueó una resolución que afecta sus objetivos e intereses. “Esto constituye una clara desviación de la posición consistente desde el comienzo de la guerra”, exhibió esa nación a través de su cuenta de X al exponer una contradicción de la potencia, que inicialmente vetó resoluciones previas por no condenar a Hamas.
Previamente, el embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, criticó la falta de moral del Consejo, pues dijo que otra vez éste “se negó a condenar la masacre del 7 de octubre. Es una vergüenza”.
Incluso, recriminó que en vez de conformarse con las palabras éste pase a la acción contra el grupo yihadista, al tiempo que líderes de la ONU en derechos humanos y territorios ocupados sostienen que hay pruebas de actos genocidas de Israel contra palestinos, por lo que no descartan acciones contundentes contra éste, como un embargo de armas para detener el nivel de agresión.
Ante las críticas de Israel, Washington defendió su actuar en la ONU. La embajadora Linda Thomas-Greenfield admitió que tal acción se basa en su propuesta, vetada por Rusia y China, y prevé recuperar la paz, un día después de que esa nación ofreció excarcelar a 700 palestinos a cambio de 40 rehenes.
Y poco después la región asiática canceló la reunión de alto nivel prevista para esta semana, mientras su ministro de Defensa, Yoav Gallant, estaba allá para dialogar con el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
En tanto, Hamas no respondió a la propuesta, pero sí arreció la confrontación al lanzar una oleada de cohetes a la región vecina desde un refugio en respuesta a las operaciones de las FDI en hospitales y otras instalaciones civiles, en las que Israel sostiene que eliminó a decenas de combatientes y decomisó armas en una sala de maternidad, según una publicación del diario Jerusalem Post.
Ese enemigo también rechazó la oferta israelí de un intercambio de prisioneros por rehenes al referir que ese Gobierno sólo busca frustrar las negociaciones.
Por lo que los comandados por Yahya Sinwar dijeron, según medios como Times of Israel, que se apegarán al plan inicial de un alto al fuego total y el retiro inmediato de las fuerzas israelíes, condiciones que Netanyahu calificó de “delirantes” desde hace semanas.