El régimen de Nicaragua recaudó la persecución contra el diario independiente La Prensa al acusar a cuatro periodistas de presunta “conspiración” y “traición a la patria”.
A un mes de apropiarse de las instalaciones del periódico, se revelaron las acusaciones contra los trabajadores por el simple hecho de cubrir la expulsión de 18 monjas, luego de que el gobierno cerró las organizaciones de las Misioneras de la Caridad, hecho que la Fiscalía sandinista consideró va en menoscabo de la soberanía e integridad de la nación.
Dichos cargos son parte de la persecución sistemática contra la oposición, pues son los mismos fincados contra decenas de políticos, comunicadores y líderes estudiantiles y sociales.
De acuerdo con medios locales, al menos dos de los acusados se encuentran detenidos desde julio pasado y hasta ahora se dieron a conocer los delitos de los que se les acusa, según los procesos divulgados por el Juzgado Sexto de Distrito Penal.
Dichas acciones exponen una escalada en la embestida para desaparecer a ese medio crítico, pues además de arrebatarle el papel para su versión impresa y oficinas, detonó el exilio de los empleados, luego del arresto de compañeros y directivos.
Además, se reportó que otro grupo de comunicadores fue acusado de difundir información falsa, delito que estableció la Asamblea Nacional para actuar en contra de los críticos del gobierno poco antes de las elecciones del 2021.