Ante la amenaza de quedarse sin “los pulmones del mundo”, 124 países acordaron transformarse en custodios de los bosques y detener la deforestación esta misma década, pues no actuar a tiempo acelerará le pérdida de áreas verdes, como los 170 millones de hectáreas desaparecidas en los últimos 30 años; activistas y pueblos indígenas se mostraron escépticos, pues son promesas del pasado, y esperan resultados inmediatos.
El acuerdo anunciado por el coanfitrión y primer ministro británico, Boris Johnson, durante la Conferencia de Cambio Climático (COP26) garantiza empujar la restauración de estos ecosistemas y disminuir su vulnerabilidad para evitar el fin de las áreas responsables de proporcionar agua dulce, limpiar el aire y producción de alimentos, como sentenció en un mensaje del científico David Attenborouhg en la reunión.
Ante una sala ambientada con sonidos de árboles y pájaros, el líder británico resaltó uno de los primeros logros luego de que 105 naciones apoyaran la declaración de conservación de bosques, lista que se engrosó horas después, con la que se busca proteger estos espacios y garantizar un mejor futuro, como exigen miles de activistas que se dieron cita en Glasgow, Escocia. Y es que el total de gobiernos que lo respaldan son los que concentran más de 85 por ciento de bosques en el mundo, ecosistemas que absorben uno de los mayores gases contaminantes de la atmósfera: el dióxido de carbono.
(Protección de bosques) es un paso significativo, el mayor paso para la protección del mundo en una generaciónBoris Johnson, Primer ministro británico
Asimismo, aplaudió que entre los firmantes esté Brasil, una de las naciones con más áreas verdes y mayor deforestación como en la Amazonia, hecho por el que fue denunciado el mandatario Jair Bolsonaro, y China, que ha sido renuente a hacer cambios, pese a las duras advertencias de líderes. Medida a la que también se sumaron instituciones bancarias y empresarios como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, para revertir el daño.
En contraste, científicos y expertos reiteraron que no sólo se trata de un plan a largo plazo, pues no es algo nuevo, sino el compromiso real para reducir estas pérdidas, pues desde hace décadas se plantearon hechos similares y lo único que avanzó fue la deforestación, pues, aunque se destinen recursos, el freno está en el uso de combustibles fósiles.
Mientras que representantes indígenas, considerados los mayores guardianes del sector, cuestionaron esta apuesta al advertir que vigilarán la transición que se promueve en materia de inversión, pues será hasta que de verdad mejore el gasto cuando vean cambios drásticos. Incluso, el líder Tuntiak Katak, defensor de la Cuenca Amazónica, dijo que para revertir este mal se requiere un mayor respaldo a su sector, para lo que se requiere hay 80 por ciento del gasto plantado.
En esta declaración, las naciones también se comprometieron a reconocer y empoderar a comunidades y pueblos indígenas —considerados los principales guardianes del bosque—, elevar la inversión en agricultura sostenible, luego de las críticas por aportar más dinero a prácticas destructivas que a la conservación que evitará la crisis climática, rediseñar programas agrícolas y remover un desarrollo sostenible, así como facilitar los flujos financieros para revertir el daño.
Al respecto, el mandatario estadounidense, Joe Biden, adelantó que su país restaurará hasta 200 millones de hectáreas de bosque para 2030; mientras que su homólogo colombiano, Iván Duque, se comprometió a reforzar y garantizar el cuidado de hasta 30 por ciento del territorio nacional para el próximo año. Y por separado, Bolsonaro y Vladimir Putin, de Rusia, refrendaron su compromiso como las dos naciones con más hectáreas de bosque a nivel mundial.
En tanto, mandatarios de África, región que produce apenas tres por ciento de emisiones contaminantes, reiteraron el llamado a reforzar el apoyo económico, pues al ser de bajos recursos sólo les quedan dos opciones “adaptarse o morir”, pues son las naciones más afectadas por el impacto a la agricultura, lo que inciden en el hambre.
Asimismo, los mandatarios prevén acabar con hasta 30 por ciento de las emisiones actuales de metano.
México se suma al plan de protección
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó el respaldo de México a la declaratoria de conservación de bosques y contra la deforestación de la COP26, así como al plan Oceánico Sostenible durante la conferencia mundial.
En un comunicado, la Cancillería detalló que “entregó su unión formal al llamado lanzado en el marco de la 26 Conferencia”, luego de que Gran Bretaña reportara que 105 naciones respaldaron el plan de protección.
Inicialmente, en el listado no aparecía la nación, pero siguió creciendo el apoyo hasta rebasar los 120 gobiernos al cierre de esta edición. En dicho registro, México aparece en el lugar 70.
Por separado, se anunciaron las contribuciones por 19 mil millones de dólares en fondos privados y públicos para financiar las acciones establecidas como parte de la cooperación mundial para revetir el cambio climático.
Asimismo, la SRE resaltó que preparó la Estrategia de Instrumentación para una Economía Oceánica Sostenible 2021-2024, implementada por naciones como Estados Unidos, Canadá y Francia. Incluso, la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado, se unió al panel para una Economía Oceánica Sostenible, en busca de soluciones ante la crisis por la que miles de activistas y líderes exigen una respuesta contundente.
En este marco, la funcionaria dialogó con el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, con el propósito de discutir la presentación de la Política Estatal de Manejo Integral de Mares y Costas de Yucatán en la próxima reunión intersecretarial del panel y empujar acciones que permitan mitigar el daño ambiental.
- El dato: La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que se perdieron hasta 10 millones de hectáreas tan sólo en los últimos cinco años.
