El castigo de unos padres policías indignó a la población luego de que se revelara que un oficial aprovechó las celdas de su trabajo para encerrar a su hijo de sólo tres años porque aún no aprende a ir al baño.
Medios estadounidenses hicieron pública la historia tras contar con audios públicos en los que el efectivo de Florida contaba su osadía al narrar que usó las celdas para dar una lección a su pequeño al encerrarlo durante días consecutivos a finales del año pasado para que aprendiera lo que debía corregir incluso se dijo que en una de estas ocasiones lo esposó.
El oficial, quien no fue identificado, justificó sus acciones ante sus compañeros al señalar que jamás ha golpeado a sus hijos, sólo los disciplina, presuntamente con el apoyo de su esposa.
Detalló que sólo pretendía forzarlo a reaccionar para avisar cuando tenga ganas de hacer del baño al puntualizar que el pequeño tenía "dificultades" para aprender a ir al baño, sin detallar qué otros métodos usó antes de llevarlo a su trabajo. Posteriormente, el hombre dijo que cumplió su cometido, pues el menor lloró al verse encerrado y prometió cambiar, pues meses después este le dijo que “nunca volvería a hacer eso (hacerse pipí encima).
Y agregó que no es la primera vez que lo hace, pues tal acción rindió frutos también con su hijo mayor al reconocer que no es la único vez que usa los calabozos para disciplinar a su familia. Pues contó que cuando el mayor tenía cuatro años golpeó a una niña y recurrió a las instalaciones de su trabajo para mostrar las consecuencias de sus actos.
Ante esta situación, el policía y su pareja fueron investigados por autoridades de protección infantil para determinar si se cometió algún abuso; sin embargo, no se sabe si él o su esposa fueron sancionados por sus acciones.
DAN
