El jerarca católico admite preocupación

Papa insta al diálogo por asedio de Daniel Ortega

Afirma el representante de la Iglesia que es posible resolver esta crisis; régimen nicaragüense sostiene que intentan desestabilizarlo y el obispo de Managua, Silvio Báez, tunde al sandinista durante misa desde el exilio

El Papa  Francisco  dedica un mensaje a Nicaragua desde el Vaticano, ayer.
El Papa Francisco dedica un mensaje a Nicaragua desde el Vaticano, ayer. Foto: AP

El Papa Francisco instó al régimen de Daniel Ortega a un “diálogo abierto” ante las denuncias de persecución contra la Iglesia católica en Nicaragua.

Sin menciones directas contra el líder sandinista, el jerarca católico urgió a atender estas diferencias, al admitir “preocupación y dolor”, en torno al arresto y cerco impuesto por ese país contra líderes religiosos, presuntamente por pronunciarse en contra del gobierno, hecho que la Policía centroamericana calificó de actos de odio y “desestabilización”.

El argentino externó su confianza en que “a través de un diálogo abierto y sincero se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, en relación al conflicto entre sacerdotes y el gobierno, luego de que más de 20 exmandatarios enviaran una carta al Vaticano para pronunciarse en torno a la situación.

Y aunque evitó pronunciarse directamente contra Ortega, quien tras reprimir a sus adversarios consiguió su cuarta reelección, insistió en poner fin a esta crisis en la que se afecta tanto a personas como a instituciones, luego de la aprehensión y hasta secuestro de varios representantes católicos en el país, como el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien fue trasladado a su residencia después de estar privado de la libertad en la curia de la localidad.

Y el Papa apuntó que aún es posible resolver las diferencias al señalar que confía en que exista voluntad en ambas partes involucradas.

Sus declaraciones recuerdan que el gobierno ha atacado por igual a políticos, periodistas, luchadores sociales, estudiantes y organizaciones civiles, a las que les arrebata sus derechos y hasta bienes, pues se apropió de canales de televisión católicos, escuelas y organizaciones no gubernamentales.

Liberen a quienes tienen cautivos, dejen de creerse eternos y actúen pensando en el bienestar de todos
Silvio Báez<br>Obispo auxiliar de Managua

Su postura fue respaldada por la Conferencia Episcopal de Italia que se dijo consternada por la persecución que se repite desde hace varias semanas.

Lamentó que el gobierno recurra a la fuerza militar y policial para actuar contra quienes considera están poniendo a la población en su contra, pues les impone 90 días de prisión, como el caso del sacerdote Óscar Benavidez, quien fue recluido en El Chipote al igual que otros críticos del régimen de Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, instalación denunciada como un espacio de tortura.

En tanto, algunas representaciones eclesiásticas de la región exhortaron al gobierno a detener estas agresiones, al precisar que no hay justificación para ellas, contradiciendo los señalamientos de ese régimen que este sector está promoviendo el odio contra el sandinismo, hecho por el que sigue la vigilancia férrea en varias iglesias de la región.

Por separado, el obispo auxiliar de Managu, Silvio Báez, fue más crítico contra Daniel Ortega y sus aliados al cuestionar la supuesta cercanía que muestra con la religión católica.

Indicó que estos ataques demuestran lo contrario, por lo que le advirtió que nada de lo que está haciendo el nicaragüense le asegura la “salvación”.

Durante la homilía de ayer, el clérigo que lleva más de tres años en exilio y que tachó de “tirano” al exlíder guerrillero le recordó al sandinista que no será eterno.

Además, le hizo ver que las acciones que ha tomado durante una dictadura de más de 10 años van en contra de lo que profesa el catolicismo, pues explicó que su gobierno es blasfemo, mentiroso, egoísta y ambicioso, por lo que insistió que ese país carga injusticias y crímenes contra el pueblo.

Y llamó a esa dictadura a liberar a todos los presos políticos que se han acumulado en el país, pues su entrega, aseveró, no debe ser negociada bajo ningún argumento, pues no han cometido ningún delito, pese a que el gobierno diga lo contrario. Asimismo, reiteró que seguirá rezando por Nicaragua y la Iglesia católica, para que este periodo de persecución y asedio quede atrás.