Tragedia que dejó 57 muertos

Perdón no basta y manifestantes avivan repudio

En Grecia, pobladores exigen al gobierno asumir su culpa; caso no quedará en un simple “error”, insiste el premier

Un manifestante acciona un extintor contra un grupo de policías en las calles de Atenas, ayer.
Un manifestante acciona un extintor contra un grupo de policías en las calles de Atenas, ayer. Foto: AP

El primer ministro griego, Kiriakos Mitsotakis, ofreció perdón de nuevo a la población que mantiene su reclamo por la seguridad al culpar al gobierno de la tragedia que dejó 57 muertos.

Cinco días después del choque de trenes en Tempe aseveró en Facebook que como líder “les debo a todos, sobre todo a los familiares de las víctimas, un gran perdón”, al garantizar que no se escudará en el “error humano” del jefe de estación para evadir una responsabilidad.

Incluso, recalcó que será un comité legislativo el que ahonde en uno de los peores episodios en el país para esclarecer las causas y a los culpables, entre funcionarios y personal ferroviario, al tiempo que aplaudió la respuesta ciudadana, pues ésta que se volcó a donar sangre y arriesgar la vida por las víctimas, en un gesto con el que intentó rebajar el nivel de confrontación.

Sin embargo, la disculpa pública no generó impacto y unas 10 mil personas abarrotaron las calles de Atenas y caminaron rumbo al Parlamento para exigir que se castigue a los responsables por la muerte de decenas de jóvenes de entre 20 y 25 años, según el informe forense, sector que está por concluir la identificación de quienes fallecieron calcinados, producto del incendio a causa de la gran colisión frontal entre el tren de pasajeros que circulaba en la vía incorrecta y uno de carga.

No podemos, no debemos y no queremos escondernos tras el ‘error humano’
Kiriakos Mitsotakis<br>​Primer ministro de Grecia

Los inconformes tacharon de “asesino” al gobierno, al aludir que la desidia, el olvido a un sistema obsoleto y hasta la corrupción le costó la vida a varios pasajeros; mientras que los policías intentaron reducir el reclamo al contener con granadas aturdidoras y gas lacrimógeno.

Pero esta respuesta sólo avivó la furia de los manifestantes, pues algunos grupos devolvieron esos artefactos hacia los uniformados, les lanzaron bombas molotov y hasta prendieron fuego a aparadores de estaciones del transporte público y maquinaria de construcción, mientras sigue la huelga del sector ferroviario hasta que se garanticen las condiciones para que opere este sistema.