Pese a la polarización que persiste en Estados Unidos desde 2020, el país entra a una nueva fase electoral en la que los republicanos que agitan las teorías de conspiración se abren paso para arrebatar la mayoría legislativa a los demócratas y frenar la gestión de Joe Biden.
En un análisis con La Razón, los internacionalistas Dámaso Morales y María Guadalupe Peña resaltaron que las encuestas apuntan a que el mandatario sufrirá un revés por una mala evaluación a su política económica, al no reconocer una recesión, y ante el protagonismo que tiene el expresidente Donald Trump.
Con ello anticipan cambios sustanciales, pues si la oposición obtiene la mayoría en la Cámara de Representantes, que renuevan sus 435 escaños, y en el Senado, que cambiará 34, serán un férreo contrapeso, obligando a Biden a negociar, ajustar su agenda y gabinete, lo que reaviva la tensión en un país que no supera el asalto al Capitolio, con casos abiertos, pero que no sentó un precedente, pues los agresores darán la victoria al partido.
Los académicos coincidieron en que un resultado adverso para los demócratas limitará lo que resta de la gestión actual. Morales admitió “no veo por dónde pudiera avanzar”, mientras que Peña González indicó que la tendencia actual supone enviar a la congeladora las prioridades de Biden como aborto, economía, veto a las armas y el respaldo a Ucrania, pues la población no está contenta con ese gasto, pues ocho meses de financiar a esas tropas no ha logrado contener verdaderamente a los rusos.
Pero la docente ve en las órdenes ejecutivas un salvavidas para Biden.
Al respecto, Morales resumió que de confirmarse la victoria republicana será un gran golpe, pues además de obstaculizar a Biden tendrán la oportunidad de “limpiar” la imagen de Trump, quien estima se postule esta misma semana rumbo a 2024, pues prácticamente la campaña por aliados que él mismo colocó fue para venderse, pues lleva meses jugando con su retorno al poder, al desviar la atención y manipular todo a su favor.
Con ello, admitió, ganaría la violencia en un país en el que ciudadanos con máscaras intimidan y amedrentan a electores sin castigo, al resumir que estas elecciones son las de mayor violencia verbal.
Para María Guadalupe Peña lo preocupante es el escenario a mediano plazo, pues con este control legislativo los aliados de Trump se afianzan como quienes validarán los comicios presidenciales dentro de dos años, en los que el magnate se relanzará políticamente.
Agregó que este proceso fue un éxito para Trump, pues sus allegados que buscan un cargo no han soltado las banderas de fraude, ratificando como un factor clave al ahondar la división, pero conservando adeptos y ganando unos entre los latinos y la de raza negra, quienes rechazan a Biden. Pues además de mostrar que EU ya no es un país que garantiza elecciones libres abre paso a que su partido retome severos controles antimigrantes y restricciones a México en torno al T-MEC.
Pero sentenció que podría gestarse un cambio legislativo que conviene a ambas partes, al homologar el sistema de votación y concentrarlo en un solo órgano, pues actualmente éste es indistinto por estado, ya sea por papeleta, de manera electrónica o anticipadamente.
También recalcaron que Trump sigue siendo una figura relevante, y los republicanos se preparan para “defenderlo”, reposicionarlo y hasta bloquear la comparecencia pendiente ante el Comité que investiga el asalto al Capitolio, tema en el prevén este grupo lleva meses investigándolo desapareza de inmediato al dar por cerrada la indagatoria.
En tanto, 24 horas antes de la elección, los republicanos suman presión al exigir que se descalifiquen votos por correo en estados clave para la definición legislativa, lo que recuerda intentos previos por anular el resultado en 2020, hecho que no los afectó, pues mantienen a sus bases para tener cargos públicos. Mientras que Biden aprovechó su última oportunidad para pedir que salven la democracia.
