La policía de París lanzó este sábado gas lacrimógeno y apuntó con cañones de agua a los manifestantes que desafiaban la prohibición de marchar contra los ataques israelíes en Gaza, tratando de dispersar a los manifestantes reunidos en grupos de varios cientos.
Cientos de personas también participaron en protestas autorizadas en otras ciudades francesas, incluidas Lyon y Marsella, que tuvieron lugar de forma pacífica. Estos se hicieron eco de marchas en otras partes del mundo, desde Sydney a Madrid, en medio de días de conflicto entre Israel y militantes en Gaza.
En París, la reunión fue prohibida por la policía y a pedido del ministro del Interior, Gerald Darmanin, y las autoridades citaron temores de que la protesta pudiera volverse violenta.
Algunos manifestantes salieron de todos modos, ondeando banderas palestinas e intentando unirse a grupos dispares de manifestantes.
