Ante el rechazo y dilación del Congreso para adelantar las elecciones en Perú la presidenta Dina Boluarte presentó una iniciativa con carácter de urgente para realizarlas en un plazo de ocho meses; sin embargo, persiste la falta de decisión.
Horas después de que el Pleno andino desechara convocar a comicios en diciembre, la mandataria cumplió su amago y envió una iniciativa para garantizar que el proceso se realice este mismo año al señalar que después de cuatro días el Poder Legislativo no ha logrado el consenso necesario en la materia.
Luego de criticar las diferencias de las bancadas por intereses personales, insistió que el objetivo de la celeridad es reducir las protestas en medio de una crisis que está por cumplir dos meses y que ya dejó 58 muertos; por ello, planteó que las elecciones generales sean el próximo 8 de octubre para que un nuevo gobierno asuma a partir del último día del 2023, poco más de un año después de la destitución de Pedro Castillo.
Y la exvicepresidenta aumentó la presión sobre el recinto al exhibir que la decisión sigue en manos de ese Poder, pues éste tiene la obligación de “responder a la altura” de una de las principales demandas ciudadanas, como un primer paso para rebajar la tensión.
Esto mientras siguen las protestas en las que críticos exigen su renuncia al poner fin no sólo a su mandato, sino al de vicepresidentes y legisladores y dar paso a un gobierno que permanecerá hasta mediados de 2028 y no en 2026, como anticipaban al recordar que es cuando concluiría la gestión de Castillo Terrones.
Al respecto, su primer ministro y líder del gabinete, Alberto Otárola, dijo que ante la expectativa por el nulo avance en el Congreso, que retrasó por cuarto día consecutivo el debate en la materia, la Jefa de Estado busca apurar la decisión para acortar dos meses el plazo propuesto originalmente por la Comisión de Constitución, pese a que el Pleno rechazó el pasado 1 de febrero esa opción, pues siguen las presiones de izquierdistas por una Asamblea Constituyente, lo que rompió con las negociaciones y derivó en un rotundo no de bancadas derechistas.
Tras la confirmación del envío a la mesa de partes del Congreso, Dina reiteró que su dimisión no está sobre la mesa. En un evento en la refinería Talara, en Piura, advirtió a los vándalos, que “el radicalismo y la polarización no nos van a hacer bajar la cabeza”, pues sigue firme en terminar su gestión en el plazo que decida el Congreso, pues ella plantea que la transición sea en diciembre; pero los congresistas no se ponen de acuerdo, por lo que se mantendría en el poder hasta el 2024.
Quien fuera la número dos de Castillo agregó que seguirá velando por la nación, al recalcar que, pese a las marchas masivas, va por la reactivación económica, y puntualizó que no caerá en un “chantaje anárquico” de los disidentes, pues admitió que hay un sector “que quiere llevar al país al desorden y la crisis”.
Asimismo, desmintió las versiones que apuntan a una ruptura en el gabinete al tachar esto de información “falsa”. Ante las especulaciones por diferencias internas, pues Otárola descartó el adelanto electoral por falta de condiciones, Boluarte admitió que puede ser una interpretación de los medios y de quienes están en contra del gobierno actual, pero no hay fricciones y garantizó que harán esfuerzos por definir la ruta para poner fin a las protestas, bloqueos carreteros y confrontación con la Policía Nacional y otras fuerzas que comenzaron desde el pasado 7 de diciembre.
En tanto, los legisladores que reanudaron la sesión después de las 15:00 horas rechazaron con 69 votos la reconsideración del plan impulsado por representantes de Perú Libre, que incluye una Asamblea Constituyente, pues contempla convocar a elecciones en julio próximo para que los legisladores dejen su cargo en septiembre, y que la población decida si se requiere o no un proceso Constituyente.
Además, sigue pendiente el análisis de otra propuesta para mantener la idea original para que Boluarte, viceministros y el Congreso sigan sin cambios hasta julio de 2024, cuando cederán la batuta a un nuevo gobierno.
Y se prevé que sea hasta hoy cuando el Legislativo comience a evaluar la iniciativa de la presidenta, pues la Comisión de Constitución convocó a Otárola para sustentar el plan que Boluarte envió a última hora el pasado 1 de febrero para que la elección se lleve a cabo este año.
En dicho encuentro también participarán el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Salas, y el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto, de acuerdo con el líder de este grupo, con miras a definir cuáles serán las prioridades en torno a las próximas votaciones.
El plan de Dina Boluarte
Gobierno define su iniciativa para poner fin a su gestión el primer día del 2024.
- Que las elecciones se lleven a cabo el segundo domingo de octubre próximo y el mandato presidencial concluya el 31 de diciembre
- Se elegirá un nuevo presidente, vicepresidentes y congresistas, pero Parlamento seguirá hasta 2026
- Sucesor asumirá funciones el 31 de diciembre del 2023 y terminará hasta julio 2028, no en 2026, según el periodo de Pedro Castillo
- Fija el 28 de febrero como el último día para definir todo lo relacionado con las elecciones