La princesa Mako de Japón renunció a su título real al casarse con un plebeyo, mismo al que conoció en la universidad y con quien mantenía una relación desde hace años.
Junto a su ahora esposo, Kei Komuro, la sobrina del emperador anunció que, pese a la negativa generalizada en la familia y a nivel nacional de su compromiso, prefirió su matrimonio que un título real.
Ante medios de comunicación informó que el 25 de octubre se casó con Komuro —a quien se refirió como Kei-san por respeto—, a sólo unos días de cumplir 30 años, la decisión que había retrasado por casi tres años calificó como “una elección para vivir de acuerdo a nuestros corazones”.
Con su matrimonio, la hija de los príncipes herederos Fumihito y Kiko pierde de manera inmediata su posición y debe abandonar el palacio, de acuerdo con la ley japonesa. Además, adoptará el apellido de su esposo, por lo que ahora será conocida como Mako Komuro.
En tanto, su esposo refirió “sólo tengo una vida y quiero pasarla con alguien a quien amo”, haciendo a un lado las reservas que tenía la familia por este enlace.
Un matrimonio que le provocó estrés postraumático
Quien deja de ser princesa fue diagnosticada hace unos meses por estrés postraumático, en medio de la polémica por constantes cuestionamientos sobre su enlace matrimonial.
De acuerdo con los médicos esta condición fue detonada por la negativa cobertura mediática, pues la población y medios se pronunciaron en rechazo a su matrimonio y atacaron a Komuro.
Muestra de ello es que horas después de confirmar su matrimonio se reportaron protestas acusando presuntos problemas financieros de la familia de su ahora marido, principalmente su madre, por ello, la joven declinó un pago de un millón de dólares al que tiene derecho como miembro de la familia real.
Incluso, hace tiempo Mako ya había ofrecido disculpas a la nación por la inconveniencia que podría generar su matrimonio debido a la desaprobación pública, evidenciando la presión que hay contra las mujeres de la familia real japonesa.
En tanto, Komuro lamentó que su relación haya llevado a Mako a una posición crítica tanto mental como físicamente.
Como parte de esta situación compleja se prevé que la pareja se aleje de Japón y se mude a Estados Unidos, en donde Komuro tiene una oferta de trabajo para unirse a un bufete de abogados.
Trastornos médicos en la familia
Mako no es la primera mujer de la familia real que es diagnosticada con algún problema de salud debido a la presión que hay contra las mujeres del sector.
Entre ellas destaca su abuela, la emperatriz emérita Michiko, quien a causa de las críticas y presión por ser la esposa del emperador sufrió problemas físicos; la mujer perdió la voz luego de que algunos medios pusieron en duda su capacidad para ocupar tal cargo.
Años después su tía, la emperatriz Masako, fue diagnosticada con depresión luego de ser criticada por ni haber tenido un hijo varón, que se convirtiera en el heredero de la familia real.
EGC