Ante las jornadas extenuantes de trabajo por la pandemia, Portugal prohibió que las empresas o jefes llamen a trabajadores luego de que estos terminaron su jornada o durante sus días de descanso.
Legisladores destacaron que tampoco podrán mandar mensajes o correos durante su tiempo de descanso, pues en caso de incumplir esta nueva normal, podrían ser imputados por delitos menores como acoso laboral durante el home office.
De acuerdo con medios locales la norma busca reducir la carga laboral que se ha extendido a cal del teletrabajo, mismo que aumentó por la pandemia de COVID-19.
Dichos cambios se desprenden de una iniciativa que consideró vital fijar nuevas normas para el teletrabajo, pues a raíz de la pandemia aumentó la contratación para realizar trabajo a distancia.
Con ello se limita el contacto o solicitudes laborales únicamente al horario laboral como una variable de lo que se proponía como un “derecho a desconectarse”; es decir, el derecho a cerrar comunicación o no atender solicitudes extemporáneas.
Esta medida también busca reducir la vigilancia telefónica de jefes sobre sus empleados, pues algunos trabajadores señalan que los patrones usan estos mensajes y llamadas para controlar sus horas laborales.
Sólo hay una excepción
Pese a los cambios para no alargar las jornadas laborales a distancia, parlamentarios señalaron que hay una excepción; es decir, sólo se permitirá el contacto extemporáneo en caso de una "situación de fuerza mayor”.
Estas contemplan sólo hechos imprevistos o urgentes, tales como algún accidente, pero no se dieron más detalles; sin embargo, contemplan ajustes para evitar que los empleadores que recaigan en los contactos fuera del horario laboral justifiquen sus llamadas.
RFH