Luego de cuatro días de conteo de votos distritales en una campaña muy cerrada, ayer Joe Biden dio su primer discurso como virtual ganador de la Presidencia de Estados Unidos.
Desde Wilmington, Delaware, el demócrata destacó que el pueblo estadounidense le dio una victoria contundente.
“La gente de esta nación ha hablado y nos otorgó una victoria clara con la mayor cantidad de votos jamás alcanzada en una elección, 74 millones de votos”.
Al hacer un llamado a la unidad y ofrecer que será un mandatario que una al país, Biden se refirió a los simpatizantes de Donald Trump, y aseguró que gobernará para todos, para hacer resurgir a Estados Unidos.
“Es hora de vernos de nuevo, de escucharnos de nuevo... es tiempo de unir y sanar a Estados Unidos... Trabajaré de todo corazón para ganarme la confianza de todo el pueblo, de eso se tratará nuestra administración para restaurar a Estados Unidos, para que el país vuelva a ser respetado por el mundo. Prometo ser un presidente que busque no dividir sino unificar”, aseguró.
Para ello, adelantó que va a formar un equipo de expertos para atender la crisis sanitaria, que, consideró, es clave para luego enfrentar la crisis económica.
“No podemos reparar la economía, restaurar nuestra vitalidad o disfrutar de los momentos más preciados de la vida, abrazar a un nieto, cumpleaños, bodas, graduaciones, todos los momentos que más nos importan, hasta que tengamos este virus bajo control”, aseveró.
Desde Wilmington, donde estuvo acompañado de su vicepresidenta electa, Kamala Harris, Biden destacó: “esta noche, todo el mundo está viendo a Estados Unidos. Creo que nuestro mejor EU es un faro para el mundo. Y lideraremos no con el ejemplo de nuestro poder, sino con el poder de nuestro ejemplo”.
Biden también agradeció a la comunidad afroamericana: “en esos momentos en los que esta campaña estaba en su punto más bajo, la comunidad afroamericana salió a defenderme. ¡Siempre me han apoyado y yo también lo haré!”.
Minutos antes de emitir su mensaje que duró 15 minutos, su compañera de fórmula, Kamala Harris lo describió como “un sanador que posee un gran corazón”.
Vestida de blanco, Harris emitió un discurso enérgico en el que destacó ser la primera mujer en el cargo, al cual, aseveró, “no seré la última, porque cada niña que nos mira ve que éste es un país de posibilidades”. Y con un tono firme, pero entusiasta aseguró que “El camino no va a ser fácil, pero América está preparada, igual que lo estamos Joe y yo”.
Tras una campaña en el marco de la pandemia por Covid-19 y en medio de reclamos contra el racismo, el demócrata Joe Biden, de 77 años se impuso con 74.5 millones de votos (50.5 por ciento) a Trump, quien obtuvo 70.3 millones de votos (47.7 por ciento de la elección), y se convertirá en el mandatario número 46 de Estados Unidos.
La victoria, ya esperada desde el viernes, cuando la tendencia de una apretada elección comenzó a favorecer a Biden, llegó con los contundentes votos de Pensilvania, que lo llevaron a la Casa Blanca, después de un agotador conteo de votos que tuvo al país norteamericano en vilo por cuatro días.
Las proyecciones se produjeron segundos después de que la ventaja de Biden en Pensilvania aumentara a más de 30 mil votos, luego de que Filadelfia le aportara 3 mil sufragios efectivos.
El conteo continúa en Arizona, Carolina del Norte, Georgia y Alaska, pero el triunfo de Biden es irreversible.
Sin embargo, ante este escenario, el magnate insiste en rechazar los resultados y reiteró que “la elección no terminó”: “Joe Biden no fue certificado como ganador en muchos estados, mucho menos en varios de los más disputados que irán a recuentos obligatorios, o en aquellos en los que nuestra campaña tiene desafíos legales legítimos y válidos que podrían definir al ganador final”.
