Cientos de trabajadores de Nissan Motors quemaron pilas de neumáticos al grito de “guerra” como protesta este jueves frente a la planta del grupo en Barcelona, España, después de que el fabricante de autos japonés anunció su cierre a partir de diciembre como parte de su plan de reestructuración mundial para reducir costos.
La decisión supone un mazazo para la economía española, en un momento de alza del desempleo y una creciente amenaza de recesión por causa de la crisis del COVID-19.
El cierre de la principal fábrica del grupo y de otras dos plantas que le prestan servicio en las inmediaciones de la ciudad pone de manifiesto las dificultades a las que han de hacer frente los fabricantes de autos, mientras tratan de reducir costos y resucitar la demanda tras la crisis mundial.
Nissan Co dijo que recortará su capacidad de producción en una quinta parte para ayudar a recortar sus costos fijos en 300,000 millones de yenes (2.800 millones de dólares), en línea con su plan de reducir su tamaño y mejorar su eficiencia tras publicar sus primeras pérdidas en 11 años.
El complejo industrial de Nissan en Barcelona emplea a 3,000 personas y su cierre podría afectar de forma indirecta a otros 25,000 puestos de trabajo, según fuentes sindicales.
La industria del automóvil representa el 10 por ciento del producto interior bruto de España, según la patronal de fabricantes ANFAC.
Con información de Reuters
ntb