Las Fuerzas Armadas de Sudán que perpetraron un golpe de Estado en la nación asesinaron al menos a tres presuntos rebeldes luego de abrir fuego contra manifestantes que rechazan la disolución del actual gobierno y el arresto del primer ministro, Abdalá Hamdok.
Cientos de disidentes salieron a marchar en Jartum para exigir respeto a la transición de gobierno que comenzó en 2019 y la liberación de los funcionarios a los que mantienen en arresto domiciliar.
Sin embargo, fueron sorprendidos por los militares armados quienes de manera indiscriminada dispararon contra los rebeldes causando la muerte de tres personas y heridas a más de 80, según Comité Central de Doctores de Sudán (CCDS).
Dicha organización denunció que fueron bloqueados por los mismos integrantes del Ejército, pues impidieron su paso para brindar atención médica a quienes yacían en el suelo luego de ser alcanzados por las balas; incluso, admitió que la cifra de víctimas podría ser mayor pues no han terminado de contabilizar, pues las barricadas obstaculizaron el apoyo.
En tanto, el líder sudanés, de quien se desconoce su paradero, convocó a la población a mantener las protestas pacíficas para revertir el golpe de Estado y garantizar el cambio de gobierno que comenzó tras el derrocamiento de la dictadura de Omar al Bashir. Por lo que horas después, pese al riesgo de violencia, más inconformes con el golpe de Estado salieron a marchar y hasta quemaron neumáticos y bloquearon el paso en algunas carreteras, mientras que trabajadores se declararon en huelga hasta que las Fuerzas Armadas regresen el poder.
Posteriormente, se reportó que para evitar mensajes en favor de Hamdok en medios, los militantes tomaron el poder de sedes de radio y televisión, lo que provocó la paralización de las transmisiones.
En medio de esta situación, el general y presidente del Consejo Soberano, Abdelfatá al Burha, confirmó la disolución del gabinete y reiteró que la nación se encuentra en estado de emergencia.
En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y líderes internacionales condenaron el golpe del fin de semana y exigieron la inmediata liberación de todos los funcionarios retenidos por los golpistas.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, llamó a mantener el diálogo para garantizar y proteger la transición política que, admitió, “tanto ha costado conseguir”.
Mientras que la comunidad internacional advirtió que estos actos pueden causar un revés a la democracia. Incluso la Unión Africana lamentó estas acciones por parte del poder militar y al igual que Guterres demandó retomar las consultas entre civiles y fuerzas armadas.
