El régimen de Vladimir Putin acelera el reforzamiento de tropas en Ucrania y aunque su objetivo era reclutar a 300 mil soldados, provocó la huida de un número similar por temor a ser enviados a líneas de fuego ante un posible cierre de fronteras.
Los medios independientes Meduza y Novaya Gazeta reportaron que han abandonado el país 260 mil hombres en avión, tren y hasta a pie por los cruces con Finlandia y Georgia al este y Mongolia y Kazajistán al sur —donde aumentó el costo del transporte y la vivienda—.
Ese número representa hasta 80 por ciento de los militares que pretendía sumar el Kremlin a su “movilización parcial” y el doble de los que acumuló en la frontera antes de declarar la guerra, pues según aliados de Ucrania el ocupante inició con 140 mil, lo que evidencia la vulnerabilidad de sus fuerzas ante los defensores ucranianos.
Aunque el régimen se negó a aceptar que sus ciudadanos rechacen la tarea de defender al país, éste busca las vías para prohibir las salidas de hombres en edad de combate y según afectados ya hay retenes cerca de los límites fronterizos, lo que expone que el éxodo, que aún no reconoce, está fuera de sus expectativas.
Incluso, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió que dichos escapes son resultado de fallas en los citatorios de entrenamiento, pues pese a los requisitos se convocó a quienes deberían estar exentos: estudiantes, mayores de 50 años y enfermos. Y descartó los planes para vetar las salidas a unos días de tachar de “mentiras” los cruces fronterizos, sin hacer alusión a las protestas que persisten por quinto día consecutivo.
Para minimizar la difusión de imágenes de las marchas y filas kilométricas para huir, el régimen recurre a fotos de los soldados en centros de entrenamiento y de los que, incluso, ya fueron enviados al frente a través de Járkov, según el Ministerio de Defensa, como denunció un día antes el gobierno de Volodimir Zelenski, como parte del intento de reponer las bajas sufridas en zonas como Jerson, una de las que pretende anexarse con referéndums irregulares.
Y es que, pese a la represión, las movilizaciones no han parado desde el pasado 21 de septiembre cuando Putin dio su discurso a rusos y ucranianos.
Además los inconformes con este reforzamiento han atacado más de 15 centros de adiestramiento militar y oficinas de gobiernos.
Según agencias, los críticos han quemado instalaciones militares en repudio a la búsqueda de reservistas para una guerra que saben que están perdiendo. Incluso, ayer, un sujeto armado perpetró un tiroteo en una comisaría, donde asesinó a un comandante tras lanzar consignas contra el régimen.
En tanto, líderes de la nación invadida advirtieron que, con miras a contar con un gran número de soldados, el Kremlin enviaría a ucranianos al combate, como parte del proceso de anexión de Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia.
Al hacerse de estos territorios con referéndums que desconoce el mundo y concluyen hoy, mañana mismo empujaría a éstos a luchar por los rusos, dijeron en Kiev, de lo contrario serían eliminados en lo que esa región denominó una “limpieza étnica”, misma de la que Rusia acusó a Ucrania al declarar la guerra.
…Y AVIVA TENSIONES CON EU
En medio de las restricciones y sanciones contra su gobierno y aliados, el régimen de Vladimir Putin aumentó las diferencias con el gobierno de Joe Biden al dar al excontratista e informante estadounidense Edward Snowden la ciudadanía rusa, un trámite que duró dos años.
A casi una década de darle asilo cuando huía de América, el Kremlin firmó un decreto para que oficialmente sea ruso al igual que otras 70 personas, según filtraciones, lo que representa una nueva afrenta con EU, pues dicha nación busca que rinda cuentas ante la justicia por un caso de espionaje, luego de que filtrara datos confidenciales al exponer una supuesta red de vigilancia en las gestiones de George W. Bush y Barack Obama.
Al respecto, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, advirtió que aun con ciudadanía rusa el exanalista de agencias de EU tiene cuentas pendientes. Y en conferencia agregó que hasta el momento no han sido notificados de que con esta decisión Snowden haya renunciado a la ciudadanía estadounidense.
Y hasta se mofó, frente a periodistas, de que ahora como ruso podría ser reclutado para la guerra, hecho del que previamente se burlaron ciudadanos rusos llamados a combatir, pues señalaron que el hombre de 39 años, cuyo hijo nació en Rusia, está en edad militar para convertirse en un reservista más.
