El mismo día en que concluyó la visita del líder de China, Xi Jinping, a Rusia las fuerzas de Vladimir Putin reanudaron ataques al asesinar a nueve ucranianos, entre ellos un niño, en una doble ofensiva con drones y misiles en Kiev y Zaporiyia, dejando atrás el acercamiento por una pacificación en Ucrania al alegar un supuesto riesgo nuclear.
Los defensores evidenciaron que al tiempo que el Kremlin dice abrir vías para resolver la guerra no desiste de embestidas al golpear zonas residenciales.
Durante la madrugada de ayer, de manera sigilosa aviones no tripulados destruyeron al menos dos pisos de un edificio de cinco niveles en Rzhishchiv, al sur de la capital, en donde hasta el cierre de esta edición socorristas recuperaron ocho cadáveres y rescataron a siete residentes, pero la situación podría empeorar, pues creen que hay víctimas atrapadas entre las plantas colapsadas.
Horas después, el presidente Volodimir Zelenski confirmó la muerte de una persona y más de 30 heridos en Zaporiyia, a unos 400 kilómetros de la primera escena y ajenos a los combates al mostrar lo que para el rival “otro día en Ucrania”.
Acusó que el Kremlin engrosó su lista de crímenes al atacar a “ciudadanos y niños”, pues compartió un video en redes sociales del momento en que un proyectil impacta varios departamentos en Zaporiyia, donde inquilinos de edad avanzada quedaron atrapados, según Ukrinform. Ante esta situación, el líder reiteró que para derrotar al invasor se requiere mayor unidad, al aumentar la presión para garantizar el arresto de su homólogo, según la orden emitida por la Corte Penal Internacional (CPI).
Dichas acciones confirman las advertencias de que Moscú ya no va contra la infraestructura energética, pues ya acabó el invierno, y ahora tienen en la mira regiones civiles que siguen en pie.
Sin embargo, resaltaron que, pese a la agresión, fuerzas aéreas derribaron 16 de los 21 drones Shakhed-136 —suministrados por Irán— y repelieron hasta un centenar de ofensivas simultáneas en regiones del Donbás como Liman y Bajmut, entre otras.
Pero Zelenski insiste en demostrar su fuerza y resistencia al responder al desafío de Putin, quien visitó zonas anexadas en una supuesta “visita de trabajo”, y tres días después, el líder ucraniano hizo lo propio, viajó a Bajmut, el punto más caliente de este territorio, en donde recorrió el frente de batalla y conversó con altos mandos militares para evaluar la estrategia operativa.
Además, reconoció el esfuerzo de sus soldados en defensa de la soberanía nacional ante un régimen terrorista tras casi 400 días, se dijo honrado de “estrechar la mano” de sus “héroes” a quienes condecoró en la línea más crítica o en hospitales, donde se recuperan con la intención de seguir peleando.
Zelenski aseguró ante esas fuerzas que su labor sigue rindiendo frutos, pues según nuevos informes frenaron los avances del rival al provocar cientos de bajas en las filas enemigas, entre éstas 920 sólo en el último día, según datos publicados por Ukrinform y agregó que la comunidad internacional sigue de su lado con la entrega de más armamento y municiones para hacer frente a los ocupantes.
El presidente también se dirigió a Járkov para galardonar con el premio honorífico “Héroe de Ucrania”, al alcalde Igor Terekhov por la resistencia mostrada, pese a que las tropas rusas intentaron apoderarse de la región fronteriza.
En tanto, aliados de Ucrania llamaron a estar preparados para una larga guerra y unir esfuerzos para cumplimentar la orden de arresto emitida la semana pasada por la Corte Penal.
Tras casi 13 meses de bombardeos, el secretario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, alertó que Rusia tiene condiciones para mantener este conflicto indefinidamente sin un verdadero acuerdo de paz, pese a las negociaciones recientes con China. Enfatizó que esas tropas son capaces de sacrificar a sus filas y gastar extensa artillería por ganancias menores, pues así se hizo de territorios clave, con miras a un mayor triunfo.
Y agregó que el rival sigue desgastando a los militares ucranianos, pero los suministros son la clave para no darse por vencidos en la antesala de una posible reunión entre Kiev y Beijing para analizar la propuesta de 12 puntos para una supuesta solución a la guerra.
Sin embargo, la Unión Europea (UE) aseveró que la cercanía China-Rusia más que un paso hacia la resolución muestra que el invasor está debilitado y busca apoyo, pues no hay señales reales para acabar con la guerra, según el diplomático Josep Borrell, mientras que Gran Bretaña dijo que sólo agita amagos nucleares para provocar, pues no existe amenaza de escalada de parte de Occidente.
Por separado, EU instó a las 123 naciones alineadas al Estatuto de Roma a comprometerse a cumplimentar la orden de arresto contra el líder del Kremlin si éste visita su territorio, esto en medio de amenazas contra la Corte, pues Moscú amagó con lanzar un misil a La Haya y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, descalificó la orden de captura al sentenciar que la CPI es un órgano que sólo sirve a los intereses de Occidente.