Padres de familia y testigos del operativo en la Escuela Primaria Robb, en Texas, denunciaron que las autoridades tardaron en responder, pese a que ya se encontraban en la zona.
Testimonios de quienes buscaban saber algo de sus hijos dijeron que incluso instaron a los agentes a entrar, pero éstos actuaron de manera tardía, presuntamente a la espera de grupos tácticos, lo que evidencia una falta de preparación.
Y para cuando ingresaron, Salvador Ramos llevaba casi una hora en la primaria y ya había asesinado a 19 niños y dos maestras.
Padres de familia como Javier Cazares, quien perdió a su pequeña Jacklyn, dijo que acudió de inmediato a la escuela al saber del tiroteo, pero la Policía no hacía nada, lo que motivó que algunos papás y vecinos pidieran entrar para ayudar a salvar mas vidas.
Ante la negativa, exigieron a los agentes “entren, entren”, hecho que incluso provocó altercados, pues los policías retuvieron a varios testigos para evitar que entraran por su cuenta.
Ante la tardanza, que estiman fue de hasta 40 minutos, ya no se pudo hacer nada por 19 niños y dos maestras, lo que aumenta el coraje y la rabia de las familias afectadas, pues consideran que de haber entrado antes habrían evitado la tragedia que el mismo gobernador, Greg Abbott, admitió “pudo ser peor”.
Ante los reclamos, las autoridades dijeron que mientras investigan el posible móvil del ataque también revisan toda la cronología para determinar cuánto tardaron en llegar y en ingresar a la primaria.
Otro de los padres, Ángel Garza, relató a CNN el momento trágico en el que vio salir a una niña cubierta de sangre. Comentó que se acercó para ayudar a la pequeña quien visiblemente afectada contó que mataron a su mejor amiga, que resultó ser la hija de quien la estaba ayudando, Ameriee.
lemm.