El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que tras la cirugía en la que le colocaron un marcapasos evoluciona favorablemente para retomar las riendas del país ante fuertes protestas por el rechazo a su reforma judicial.
El mismo día en que miles de manifestantes salieron a las calles para exigir un alto a su polémica ley, el líder ultraderechista se mostró en un video para enfatizar que “estoy muy bien”, luego de que se revelara que días antes de ser ingresado se desmayó y dicha operación fue de emergencia.
Bibi aseveró que estará en mejores condiciones para la esperada votación, lo que desató la furia de disidentes, pues el parlamento asiático o Knesset comenzó ayer el análisis para definir si despoja a la Corte de su poder en supuestos casos que ven como “irrazonables”, pero sus críticos insisten que sólo es otro plan para apropiarse de todo el poder, luego de que retornara al gobierno el año pasado.
Sin embargo, aún no hay fecha para que retome sus actividades, pues el Centro Sheba adelantó que seguirá bajo supervisión en el área de cardiología luego de que todo avanza favorablemente.
Por ello, su ministro de Justicia, Yariv Levin, se mantendrá al frente de las funciones del político de 73 años en lo que se recupera por completo, en medio de la persistente división por la reforma que incluso ya fue cuestionada por líderes de seguridad, lo que obligó a retrasar la votación.