El régimen de Daniel Ortega sumó dos arrestos en su embestida contra la oposición un día después de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) exigiera a Nicaragua la liberación de los presos.
A 17 días de las elecciones, la Policía orteguista capturó al presidente y al vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy y Álvaro Vargas, luego de que el primero de ellos acudiera a la Fiscalía a rendir declaración.
Su visita fue corta, pues reportaron que el citatorio fue reprogramado, lo que resultó ser una táctica del régimen, pues cuando volvía a su casa fue emboscado y retenido junto a su chofer Wilber Alvarado Molina por varias patrullas, mientras que decenas de uniformados allanaban su vivienda, de acuerdo con testigos y medios locales.
En tiempo récord el Ministerio Público fijó un plazo de 90 días en prisión en su contra por presunto lavado de dinero y otros delitos. Y es que dicha medida en casos previos ha tardado días o hasta semanas, pero esta vez fue más severo el gobierno y lo hizo en cuestión de horas.
En tanto, la policía orteguista confirmó la detención de Healy Lacayo y la de Vargas, quien fue arrestado en su vivienda horas antes de su citatorio, como parte de una investigación que incluye una larga lista de imputaciones, como actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjeros en los asuntos internos, pedir intervenciones militares y organizarse con financiamiento de potencias extranjeras, entre otras.
Esta dosis es la que el gobierno ha repetido contra cualquier aspirante presencial, activista o líder que se ponga en su camino rumbo a su reelección en los comicios del próximo 7 de noviembre.
Con ello la cifra de opositores detenidos desde mayo pasado asciende a 39, dando un nuevo golpe al sector empresarial, que de manera inmediata calificó de arbitrario este acto y ordenó la liberación de sus representantes.
Incluso, advirtió que Healy Lacayo goza de medidas cautelares desde 2018 por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, el Cosep, respaldado por varios gremios, sentenció que el gobierno, contrario al respeto que busca, sólo fomenta violaciones a los derechos humanos y la democracia.
Ante la presión de la oposición, el Ministerio Público llamó a “mantener un clima de paz”, responsabilizando a disidentes de la violencia que se detone.
Ante este nuevo asedio, líderes opositores sentenciaron que estos arrestos son un claro mensaje de que endureció las acciones contra quien intente impedir su reelección y el Colectivo de Derechos Humanos de Nicaragua Nunca + exigió el cese inmediato de la persecución.
Incluso, la coordinadora de la Coalición Nacional (CN), Alexa Zamora, reveló que este golpe demuestra que no hay freno para Ortega y no descarta que en su embestida detenga a líderes de la Iglesia, pues en las últimas semanas se lanzó contra obispos y representantes.