Salman Rushdie, autor de Los versos satánicos, novela que provocó amenazas de muerte por parte de Irán en la década de 1980, fue apuñalado el viernes por un hombre que subió al escenario cuando el escritor estaba a punto de dar una conferencia en el oeste de Nueva York, por lo que se encuentra en estado crítico y podría perder un ojo.
Testigos relataron que mientras presentaban a Rushdie en la Chautauqua Institution, donde hablaría sobre Estados Unidos como refugio para escritores y otros artistas en el exilio, un hombre subió al escenario y comenzar a atacarlo por alrededor de 20 segundos.
“Este tipo subió corriendo a la plataforma y comenzó a golpear al señor Rushdie. Al principio uno piensa: ‘¿qué está pasando?’, luego quedó muy claro en unos segundos que lo estaban golpeando”, dijo el rabino Charles Savenor, uno de los asistentes al evento.
Rushdie, de 75 años, sangraba mientras cayó al piso, y fue rápidamente rodeado por un pequeño grupo de personas que le levantaron las piernas, presumiblemente para enviar más sangre a su pecho. Un vocero de la Policía del Estado dijo en conferencia de prensa que el escritor fue apuñalado una vez en el cuello y una vez en el abdomen.
El sospechoso fue reducido por miembros de la audiencia antes de que llegara la policía. Un médico que se encontraba en la conferencia “inmediatamente comenzó los primeros auxilios”.
El doctor Martin Haskell, el médico que se encontraba entre los que se apresuraron a ayudar, describió las heridas de Rushdie como “graves pero recuperables”. De inmediato, el autor fue llevado en helicóptero a un hospital, donde fue sometido a cirugía.
El moderador del evento, Henry Reese, cofundador de una organización que ofrece residencias a escritores que enfrentan persecución, también fue atacado y sufrió una herida leve en la cabeza, pero fue dado de alta por la tarde.
Por la tarde, en una actualización sobre su condición, Andrew Wylie, agente de Rushdie, dijo que se encontraba en un estado crítico de salud, que estaba conectado a un respirador y no podía hablar.
“Las noticias no son buenas. Salman probablemente perderá un ojo; los nervios de su brazo fueron cortados; y su hígado fue apuñalado y dañado”, escribió.
Este tipo subió corriendo a la plataforma y comenzó a golpear al señor Rushdie. Al principio uno piensa: ‘¿qué está pasando?’, luego quedó muy claro en unos segundos que lo estaban golpeandoRabino Charles Savenor, Testigo presencial
En cuanto a la investigación, la policía identificó al sospechoso que tiene bajo custodia como Hadi Matar, un joven de 24 años residente en Fairview, Nueva Jersey, y señaló que aún no han logrado establecer un motivo, y que se encuentran en pleno proceso para tramitar diversas órdenes de registro y allanamiento.
Matar, quien hasta el cierre de esta edición no había sido acusado formalmente, contaba con un ticket de ingreso al evento, como el resto de la audiencia. “Encontramos una mochila en la escena y dispositivos móviles”, agregó el policía.
El libro de Rushdie de 1988 The satanic verses (Los versos satánicos) es considerado una blasfemia por muchos musulmanes. Protestas a menudo violentas contra Rushdie estallaron en todo el mundo, incluido un motín que mató a 12 personas en Mumbai.
La novela se prohibió en Irán, donde el entonces líder ayatolá, Ruhollah Khomeini, emitió una fatua o edicto en 1989, pidiendo la muerte del escritor. También se ha ofrecido una recompensa de más de tres millones de dólares para cualquiera que lo mate.
Las amenazas de muerte y la recompensa llevaron a Rushdie a esconderse bajo un programa de protección del gobierno británico, que incluía una guardia armada las 24 horas. Rushdie emergió después de nueve años de reclusión y reanudó con cautela sus apariciones públicas, manteniendo su crítica abierta al extremismo religioso en general.
El gobierno de Irán hace mucho se distanció del decreto de Khomeini, pero el sentimiento anti-Rushdie persistió. Index on Censorship, una organización que promueve la libertad de expresión, dijo que se recaudó dinero para aumentar la recompensa por su asesinato en 2016, subrayando que la fatua por su muerte sigue en pie.
LRL