Pese a amenazas, aliados del crítico Alexei Navalny programaron su funeral para el 1 de marzo, justo a dos semanas de la muerte, que insisten fue un crimen ordenado por el régimen de Vladimir Putin.
La Fundación Anticorrupción detalló que la ceremonia comenzará en la catedral Icono de la Madre de Dios en un claro desafío al régimen, pues convocaron a simpatizantes a acudir a la despedida.
Ahí su féretro estará abierto para darle el último adiós, según declaraciones de la vocera, Kira Yarmish, luego de revelar que les cerraron las puertas en varios lugares para honrarlo como se merece, al exhibir el temor a posibles represalias del Kremlin a escasos días de los comicios en los que Putin va por otra reelección.
Posteriormente, la familia y allegados del opositor se dirigirán al cementerio Borisov, a varios kilómetros de la iglesia, donde sepultarán a quien nunca se doblegó, pese a ser recluido desde 2021.
Al respecto, su colega Iván Zhdanov dijo que no le importan los amagos del Kremlin y está dispuesto a correr el riesgo al asestar “Alexei debe ser enterrado”.
En tanto, otros aliados expusieron que planeaban despedirlo hoy, pero no había personal para cavar la tumba, pues el régimen prepara el discurso de Putin sobre el Estado de la nación.
Y por separado, su viuda, Yulia Navalnaya, recalcó el llamado a no dejarse vencer por Vladimir Putin, al admitir que no sabe si el funeral será pacífico, pues no se descartan actos represivos, pues en días previos fueron detenidos quienes mostraron apoyo a Navalny.