Luego de 20 días de total incertidumbre, el principal opositor ruso, Alexei Navalny, fue localizado en una prisión del Círculo Polar Ártico, a más de dos mil kilómetros de su última ubicación, mientras el ejército presume avances en Donbás, región que arrebató a Ucrania el año pasado.
En plena Navidad y pese a la renuencia del Kremlin a dar información sobre su paradero, el equipo del acusado de supuesto terrorismo reveló “hemos encontrado a Alexei”, según mensajes en redes sociales de la vocera, Kira Yarmysh, y de la Fundación AntiCorrupción (FBK, por sus siglas en ruso) en torno al traslado irregular hacia Jarp, en Yamala-Nenets, pues no se notificó ni a la familia ni a la defensa del cambio luego de más de dos años detenido y con tres condenadas a cuestas, la mayor de 19 años.
La representante de su equipo precisó que el líder de 47 años fue rastreado, sin entrar en detalles, hasta la colonia penal IK-3 o “Lobo Polar”, una de las más severas del sistema penitenciario, no sólo por ser un régimen especial, sino por su ubicación y condiciones invernales.
Al ser una de las zonas más remotas en la nación más grande del mundo, a menos de 60 kilómetros del Ártico, es casi imposible comunicarse o llegar ahí.
Muestra de ello es que sólo la habitan unas cinco mil personas, de acuerdo con medios locales como Meduza, un portal crítico y vetado por el régimen. Además, quien intentó competir contra Putin y gestó múltiples protestas en su contra enfrentará temperaturas bajo cero, lo que hace temer que su salud, ya afectada por la mala alimentación y el encierro, empeore, pues la próxima semana y la primera del año el termómetro marcará menos 26 grados centígrados.
Por ello, sus aliados denunciaron que Putin deja de manifiesto su clara intención de alejar al máximo al ganador del Premio Sájarov 2021 del escenario político-electoral, pues según información del FBK pretendían reubicarlo desde abril pasado, cuando se detectó que el líder penitenciario, Arkady Gostev, visitó la colonia penal.
Su intención, según sus críticos, es que el político al que Moscú ve como su mayor amenaza no influya ni convoque a movilizaciones anti-Kremlin, pues en menos de tres meses Putin tendría otra reelección, la primera desde que invadió la nación vecina, y sin un rival a la vista.
“Están tratando de hacerle la vida lo más insoportable posible”, aseveró Yarmysh en una entrevista virtual con Reuters al asegurar que el activista estará en peores condiciones que antes, luego de que tribunales afines a Putin aplicaran las mayores penas en su contra, incluyendo delitos creados para contener a los rivales.
Yarmysh agregó que ayer su abogado lo visitó por primera vez desde el pasado 6 de diciembre cuando las autoridades penitenciarias comenzaron a negarlo al declarar que Alexei ya no estaba en su lista de reos, sin dar datos de su salida o traslado, del que hasta el momento se desconocen las condiciones.
Su postura fue reforzada por el también aliado y jefe de su equipo, Leonid Volkov, al calificar ese acto como el “máximo nivel posible de aislamiento”. Relató que llevarlo al otro extremo de la nación evidencia el plan de aislarlo, pues es casi imposible enviar cartas a dicha región, lo que destapa el plan de Moscú para doblegar al político que por enfrentarse a Putin es comparado con los peores criminales del país, ya que en Yamala-Nenets hay criminales sentenciados a delitos graves, como el asesino serial Alexander Pichushkin, conocido como el asesino del ajedrez, quien masacraba a sus víctimas con un martillo y llenaba con monedas espacios de un tablero por cada crimen cometido, proceso en el que le faltaron tres casillas cuando fue arrestado, según las autoridades.
En tanto, el director de su Fundación, Ivan Zhdanov, recriminó las condiciones invernales, en referencia al permafrost, como se conoce a los suelos congelados por al menos los últimos dos años, y la falta de comunicación, pues en la región no opera el sistema de correos, sólo habría servicio electrónico si así lo permite el régimen. Además, destaca que reos han denunciado actos de tortura, tema en el que los abogados de Navalny han exhibido que su cliente fue obligado a dormir en el suelo y encerrado en celdas especiales.
Por ello, temen que sea sometido a peores tratos, como cuando bajó drásticamente de peso durante el año pasado.
Sin embargo, al cierre de este edición Rusia evitó hablar del caso Navalny, al que buscan acotar para limitar sus reclamos, y se concentra en redoblar la ofensiva contra las tropas de Volodimir Zelenski, pues ayer alardeó que perpetró el mayor golpe en los últimos ocho meses al declarar la victoria en Marinka. Ante esta escalada Kiev busca más reclutas, pues prevé movilizar a más de medio millón para vencer al Estado terrorista.
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FGR