La reciente intervención quirúrgica del rey Carlos III abrió la puerta a otro diagnóstico, pues el Palacio Buckingham reveló que se identificó que padece cáncer, lo que pausará su agenda pública.
A 16 meses de asumir la corona británica, la familia real detalló que el procedimiento al que fue sometido el mes pasado permitió detectar una forma de cáncer, de la que no se abundó, aunque descartó que sea de próstata tras el agrandamiento que lo llevó al quirófano; noticia que sacudió al país y conmocionó al mundo que reaccionó con muestras de cariño por su pronta recuperación.
Ello recuerda que apenas en 2022 Reino Unido perdió a la reina Isabel II a los 96 años, en un repentino deceso tras ser monarca más longeva.
Sin especificar cuándo se detectó el mal, la monarquía agregó en un comunicado que el líder se mantiene positivo tras la inesperada noticia y ayer comenzó un tratamiento ambulatorio, lo que resalta por su avanzada edad, 75 años y limitará su agenda por consejo médico tras ser visto en público por última vez el pasado 4 de febrero en un servicio religioso.
Pero se enfatizó que el diagnóstico se hizo público para evitar filtraciones y hasta críticas, lo que contrasta con su abuelo Jorge VI, quien estuvo en el trono entre 1936 y 1952 y evitó exponer su cáncer de pulmón, pues algunos mandos consideraban que una condición médica crítica podría ser vista como signo de debilidad, de acuerdo con la prensa británica.
“Su majestad ha decidido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones, con la esperanza de que pueda ayudar a la comprensión pública de todos aquellos en el mundo afectados por el cáncer”, externó el Palacio horas después de regresar de Norfolk al recalcar que el primogénito de Isabel II confía en retomar en breve sus asuntos de Estado al instar a mantener chequeos médicos.
Pese a la divulgación oficial no hubo detalles en torno al tiempo que podría ausentarse de sus compromisos. Con lo que la nación parece evitar dar indicios sobre cómo se atenderá en los próximos días o meses y sobre si el mal fue detectado en una etapa temprana o avanzada, lo que recuerda que es una de las enfermedades que más muertes causa en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta situación anticipa que varios familiares tomarán mayor protagonismo en el futuro para representar al rey en eventos a los que no puede asistir, pues para casos de emergencia se nombra a “consejeros de Estado” para sustituirlo como su hijo mayor, la reina Camila y dos de sus tres hermanos, de acuerdo con información de la cadena BBC, la misma que oficializó el deceso de Isabel II.
Quien se alza como figura clave es el príncipe de Gales, Guillermo, como primero en línea sucesoria, quien al igual que su hermano Enrique y sus tíos, Ana, Andrés y Eduardo, fueron informados directamente por el rey de su condición.
Éste quedó devastado al conocer el padecimiento de su padre, según una publicación del diario The Guardian, y esta misma semana asumirá un rol más activo tras días alejado de sus funciones, pues en las últimas dos semanas se mantuvo al pendiente de la salud de su esposa, la princesa de Gales Catalina Midleton, por una cirugía tras un dolor abdominal.
Sin embargo, la información oficial no calma ni sacia el interés de la prensa y la población que desde anoche se dio cita afuera del Palacio para dar muestras de cariño y respeto a un rey que no goza de la misma popularidad de su madre. Y es que varios sectores mostraron gran interés no sólo en la salud de Carlos III sino en la relación familiar, pues se reveló que el hijo menor, el duque de Sussex Harry, y de quien se distanció retornará a territorio británico para reunirse con él.
Medios de la nación adelantaron que el autor del libro Spare (En la sombra) con el que destapó escándalos familiares viajará esta semana para allá tras discutir la condición de su padre vía telefónica, pero lo hará solo como en la coronación el pasado 6 de mayo, pues su esposa Meghan Markle se quedará en Estados Unidos junto a sus dos hijos Archie y Lilibet.
El mundo se preocupa
Ante la noticia los primeros en reaccionar fueron líderes de la nación como el primer ministro, Rishi Sunak.
“No tengo ninguna duda de que recuperará todas sus fuerzas en poco tiempo y sé que todo el país le deseará lo mejor”, externó en un mensaje en la red social X.
Postura que replicaron sus antecesores David Cameron, Boris Johnson y Liz Truss al elogiar su fortaleza y el respaldo nacional, mientras que legisladores coincidieron que dedicarán sus oraciones al monarca tras la impactante noticia.
Pero también expresaron sus buenos deseos de recuperación líderes del mundo como los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron, así como los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Irlanda, Michelle O’Neill, entre otros.