Un decreto del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abre la brecha con la administración de Donald Trump al derogar el veto del exmandatario a personas transgénero para servir en el Ejército y, con ello, restaura este derecho.
El mandatario aseveró que la identidad de género no es un obstáculo para formar parte de las Fuerzas Armadas, luego de las medidas establecidas en 2017 y 2018 por su antecesor; y cumple en menos de una semana de gestión una de sus prioridades, a unos días del nombramiento de Lloyd Austin como secretario de la Defensa, quien reconoció el esfuerzo para sumar en la milicia a personal sin restricción por su identidad sexual y calificó la medida de “lo más inteligente”.
El mandatario demócrata reiteró, a través del oficio, que “una fuerza inclusiva es más efectiva” y el Ejército no es una excepción, con lo que renueva una medida implementada por Barack Obama, periodo en el que fungió como vicepresidente. Y garantiza que los reclutas sean los más competentes y mejor calificados, más allá del género con el que se definan.
Así da marcha atrás a los despidos de integrantes de la comunidad; sin embargo, se desconoce si se revertirán las salidas registradas en los últimos años.
Cabe destacar que uno de los alegatos de Trump para prohibir su integración fue por el “tremendo gasto”, ante los soldados que solicitaban tratamiento hormonal o por la recuperación tras la cirugía, que se les imposibilitaba estar en combate.
Aplauden aliento a comunidad LGBT
Activistas de la comunidad Lésbico-gay se dijeron respaldados, al recordar que la prohibición de Trump fue “cruel y discriminatoria”, pues obligaba a militares a redefinir su género para retener su cargo y violaba sus garantías.
Confían en que el cambio en el Gobierno sea un llamado para los jóvenes a estar orgullosos del género y la identidad que asumen, sin menoscabo a sus derechos.