Amaga con actuar con más dureza

Rusia eleva acusaciones para frenar a defensores

El Kremlin culpa a ucranianos de embestidas por mar y tierra, pero insiste en desconocer la participación de rebeldes locales; firma acuerdos comerciales con China, su mayor aliado

Fuerzas rebeldes rusas muestran su poder, pese a desmentidos del Kremlin.
Fuerzas rebeldes rusas muestran su poder, pese a desmentidos del Kremlin. Foto: AP

Con la intención de bloquear una contraofensiva ucraniana, el régimen ruso expuso a esa nación como ejecutor de la guerra al denunciar ataques irregulares en Bajmut, la frontera y en aguas globales.

El mismo día en que las Fuerzas Armadas de Volodimir Zelenski presumieron que su plan masivo se afinó tras recibir insumos como un centenar de tanques alemanes Leopard, el Ministerio de Defensa del Kremlin aseveró que frustró embestidas rivales y va por medidas “extremadamente duras”, para demostrar a su oponente que fracasará en estos intentos, como le advirtió un día antes a líderes de Occidente.

Y enlistó una serie de agresiones casi simultáneas cerca de su territorio, pues refirió que eliminó una amenaza marítima luego de que embarcaciones dispararan contra su flota del mar Negro.

“Todos los barcos enemigos fueron destruidos”, reveló el régimen horas después del ataque contra los navíos Ivan Khurs, Turkish Stream y Blue Stream en la Zona Económica Exclusiva de Turquía, tras detectar a tiempo el riesgo. Resaltó que no hubo sorpresa y no prosperaron los planes terroristas, al agregar que sus embarcaciones no interrumpieron actividades de seguridad al salir airosas del enfrentamiento del que compartieron videos del hundimiento del equipo enemigo; incluso, comparó este acto con el supuesto sabotaje a sus gasoductos Nord Stream 1 y 2, en supuesta represalia por la guerra energética, tras limitar en pleno invierno el envío de gas a naciones que insisten en dotar de armas y equipo militar a Ucrania.

Poco después puntualizó que responde en diferentes frentes, pues impidió un intento de golpe transfronterizo en Belgorod, pues el defensor falló por segunda vez en el día y en su intento de agredir a soldados de Moscú sólo perdió aeronaves no tripuladas. Y, aunque culpó de nuevo al gobierno de Zelenski, los disidentes del Cuerpo de Voluntarios Rusos y de la Legión de Libertad se atribuyeron ese reciente daño.

Según declaraciones a través de Telegram, los rebeldes rusos causaron más pánico entre las tropas de Putin al mostrar la vulnerabilidad en su propio territorio. Dijeron que ante esta sorpresa no descartan trazarse más objetivos, pues avanzaron más de 40 kilómetros desde la frontera y advirtieron que podrían adentrarse en la capital.

Además, los invasores buscan ampliar su control en Bajmut, pero los mercenarios admitieron que sufren a manos de los de Zelenski. El jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, admitió que se quedó sin 20 mil reclutas en esta severa batalla y sin ayuda del ejército esa región será la derrota de una invasión que ya cumplió 15 meses.

Pero Rusia no respondió a Prigozhin ni admitió la presencia de milicias rusas, al enfocar sus fuerzas en reportes contra el enemigo, pues medios rusos señalaron que sacó de batalla al comandante ucraniano, Valeri Zaluzhny, tras herirlo gravemente en un bombardeo en Jerson.

En dichos alardes se vio reforzado por su lazo con China, pues su primer ministro, Mijail Mishustin, se reunió con el líder oriental, Xi Jinping, para firmar nuevos compromisos comerciales en minería, acero y fertilizantes, con lo que asegura que su economía se sigue moviendo, pese a las presiones y sanciones de Occidente.