Permitirán salidas sólo por tres días

Rusia eleva ofensiva, pero luego ofrece abrir corredor

Ucrania confirma, entre dudas, plan que beneficiará a civiles asediados en la planta de Azovstal; Kremlin descarta supuesto asalto en la zona y se lanza contra OTAN y Japón; en Europa fijan plazo en compras energéticas

Una columna de humo es visible sobre la planta siderúrgica en Azovstal, ayer.
Una columna de humo es visible sobre la planta siderúrgica en Azovstal, ayer. Foto: Reuters

Por segundo día consecutivo las tropas rusas mantienen fuertes bombardeos contra la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariupol, y estaciones ferroviarias de toda Ucrania poniendo en grave riesgo las evacuaciones en las primeras instalaciones, donde siguen atrapados hasta 200 civiles, entre ellos varios niños.

En medio de las acusaciones por redoblar la ofensiva e incumplir el acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Ministerio de Defensa de Vladimir Putin ofreció abrir un corredor “por razones humanitarias” en la zona asediada, contradiciendo las versiones que apuntan a que asaltó la región, aunque en Ucrania se extiende la alerta de ataques aéreos a casi todo el territorio.

Dicho acuerdo fue confirmado por la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, y se prolongará por hasta tres días, pero no de manera continúa, con lo que confían en engrosar la lista de evacuados, que supera los 450 desde el pasado 1 de mayo.

La condición por el cese el fuego de ambas partes y repliegue de fuerzas invasoras será sólo entre las 05:00 a las 15:00 horas (tiempo de Ucrania), dando menos de la mitad de cada día a la evacuación de niños, mujeres y adultos atrapados, entre ellos 40 soldados de la resistencia heridos, quienes defienden esta fábrica desde hace semanas. Y el Kremlin sostuvo que estas personas decidirán si se trasladan dentro de su país o cruzan la frontera hacia Rusia.

Ucraniana camina frente a edificios prácticamente destruidos.
Ucraniana camina frente a edificios prácticamente destruidos. ı Foto: Reuters

El objetivo de este acercamiento es garantizar la seguridad de todos los afectados, pues horas antes Vereshchuk reveló que sin garantías no podrían reanudar las rutas de escape, luego de perder contacto con tropas de Azovstal y hasta con camiones que se sumaron a la operación de “paso seguro” encabezada por la ONU y la Cruz Roja. En tanto, el ayuntamiento admitió que enfrentan condiciones “difíciles” luego de reiterados ataques con artillería pesada, tanques y aviones, lo que el canciller ucraniano, Dimitro Kuleba, tachó de “tácticas terroristas con misiles” para infundir miedo, debilitar a sus tropas y tomar posesión de la zona, clave en la búsqueda del invasor para ampliar su territorio a costa de Ucrania, muy parecido a lo ocurrido en Crimea.

Incluso, el alcalde de Mariupol, Vadym Boickenko, aseveró que la estrategia para tomar posesión de la planta forma parte de su conmemoración del Día de la Victoria (el próximo 9 de mayo) para extender los festejos del invasor a uno de los últimos bastiones, así como en las zonas separatistas de Donetsk y Lugansk.

Hecho que rápidamente fue desmentido por Rusia al calificar de “tontería” tal acusación, según declaraciones de su portavoz, Dimitri Peskov, a la agencia Interfax. Y agregó que no tienen intenciones de asumir el control de Azovstal y que sólo responden a posiciones de ataque de esa nación.

Ante este escenario, el Kremlin también elevó las advertencias contra Occidente al sostener que atacará cada uno de los vehículos y armas detectadas en territorio ucraniano, pues no permitirán que estas naciones y las que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sigan suministrando de armamento y de equipo a las tropas de Volodimir Zelenski.

Asimismo, este gobierno amplía la lista de sancionados al sumar a su respuesta espejo a unos 60 líderes japoneses, incluido el primer ministro, Fumio Kishida. De acuerdo con el anuncio ruso la medida es porque esta nación afecta los lazos de buena vecindad, replicando las hostilidades de Occidente,

En respuesta, aliados de Ucrania se dijeron abiertos a imponer “sanciones adicionales”; incluso, el presidente de EU, Joe Biden, adelantó que dialogará con los líderes del G7 —grupo al que pertenece Japón— para definir otro paso más contra el gobierno de Putin.

UE, POR ROMPER DEPENDENCIA

La Unión Europea adelantó que a más tardar en unos ocho meses podrían poner fin a toda exportación de energéticos desde Rusia, lo que contempla petróleo crudo y refinado.

Mientras siguen los amagos por dejar a socios de esa región sin gas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseveró que la transición energética progresiva concluiría a finales de año o inicios de 2022, periodo en el que si continúa la guerra estaría cerca de cumplir el año. Sin embargo, advirtió que no será un camino fácil, pero si uno en el que se debe avanzar para terminar con el control que Putin intenta ejercer en su contra condicionando los pagos en rublos, hecho que sólo beneficia a Rusia y que Ucrania acusa da más poder económica al enemigo para atacarlos.

Al presentar un nuevo paquete de sanciones, la funcionaria deja entrever que la apuesta de un posible embargo o prohibición energética, como exigió Zelenski, no estaría sobre la mesa.

En tanto, algunos gobiernos admitieron dudas en torno a este plan al señalar que es posible que no lo logren este mismo año, pues con los altos volúmenes que les envía Rusia se necesitará más tiempo para adaptarse a los cambios previstos; mientras que Hungría y Eslovaquia siguen renuentes a apoyar este tipo de acciones.

  • El dato: Brasil se sumó a la polémica por la guerra, pues el aspirante presidencial Lula da Silva culpó a Zelenski por igual que a Putin de este conflicto por no negociar más.