Ucrania aseveró que la nueva ofensiva contra Kiev, Jerson y Járkov es la mayor evidencia del aumento de “barbarie” de los invasores rusos en su contra al dejar varias ciudades sin luz otra vez con el mayor ataque en semanas.
Líderes de la región acusaron que con hasta 69 proyectiles buscan que el gobierno ceda en la negociación, al tiempo que matan a civiles, pero afortunadamente las fuerzas locales interceptaron hasta 50 de los lazamientos, incluyendo misiles de crucero y drones, según un informe de la Fuerza Aérea ucraniana.
Lamentablemente en estos hechos asesinaron a dos personas e hirieron a 10, luego de derribar con sus proyectiles dos casas; por ello, el gobierno defensor impulsa nuevamente las evacuaciones para proteger a su población ante los embates en Bajmut, el nuevo frente de batalla.
En tanto, en la capital exhortaron a la población a almacenar agua y contar con provisiones de energía y calefacción, pues es probable que aumenten los apagones ante los daños recientes en instalaciones eléctricas, que complican el suministro de insumos vitales.
Por ello, consideran que este nuevo ataque es una represalia por la negativa de Volodimir Zelenski a negociar bajo las condiciones de Moscú, pues el invasor no ha dado señales de aceptar las 10 demandas que fijó Kiev hace semanas. Hecho por el que el canciller, Dmitro Kuleba, advirtió que no pueden confiar en una supuesta neutralidad cuando el ocupante sigue replicando una “barbarie”.
Y a esta disputa se suma Bielorrusia, aliado de Vladimir Putin, pues exigió explicaciones al gobierno defensor luego de señalar que al menos un proyectil cayó en su territorio, sin reportar daños. A unas semanas de que Rusia movilizó a tropas cerca de esa frontera el régimen de Aleksander Lukashenko parece entrometerse en el conflicto al protestar formalmente por esta presunta agresión.