Los invasores rusos están usando armas químicas prohibidas para debilitar a las tropas, denunciaron las fuerzas defensoras en Ucrania.
El Estado Mayor de la nación invadida relató que se detectó el lanzamiento de granadas K-51 para atacar y cegar a los rivales, pues las sustancias usadas irritan fuertemente los ojos de sus filas en combate, lo que el enemigo busca aprovechar para recuperar posiciones clave al violar nuevamente todas las normas internacionales en medio de esta guerra.
“Usando vehículo aéreos no tripulados, el enemigo trata de golpear a nuestro personal”, denunció en Facebook junto a evidencia de aerosoles y artefactos, pues con videos y fotografías mostraron los residuos de éstos, aunque no se detalló en que zonas se recuperaron estas pruebas de los delitos de los soldados de Vladimir Putin; mientras que las Fuerzas Navales de Ucrania añadieron en Telegram que “el Estado terrorista está utilizando armas químicas prohibidas: las granadas de aerosol K-51”.
Y es que según las fuerzas defensoras los ocupantes usan los drones para esparcir estas armas químicas en el aire y sofocar a las tropas en resistencia; dichos aerosoles contienen cloropicrina, un arma venenosa que se usó en gases lacrimógeno durante la Primera Guerra Mundial y con el que se impide respirar a sus blancos.
Dicha sustancia también conocida como nitrocloroformo provoca problemas para respirar y daño en los pulmones, irritación en ojos, nariz, garganta y hasta la piel, intoxicación, dolor de cabeza y otros síntomas. Además, puede provocar explosiones con la combinación de otras sustancias.
Ante esta situación, las autoridades de Kiev informaron que sus tropas están usando equipos y ropa de protección química, para evitar que los ocupantes consigna sus objetivos con esta estrategia, misma que ya se había detectado en meses previos con miras a ganar posiciones y gasta territorio.
