El gobierno de Vladimir Putin calificó el ataque al hospital en Mariupol de “provocación montada” para avivar un sentimiento antirruso, dejando en segundo plano el nuevo fracaso en las negociaciones entre cancilleres para definir corredores humanitarios y el cese al fuego.
En respuesta, el presidente Volodimir Zelenski aseveró que esta escalada “genocida” muestra al mundo que Ucrania trata con un Estado terrorista, pues las acusaciones que lanzan en su contra siempre resultan ser el adelanto de lo que planean.
Y es que el Ministerio de Defensa ruso puso en duda el bombardeo al desmarcarse del mismo. Explicó que éste fue un plan para agitar el ánimo antirruso, hecho por el que se reportan tres decesos de civiles, entre ellos una niña, y a nivel nacional la cifra asciende a 71 menores muertos y 100 heridos, víctimas inocentes.
Argumentando que tiene evidencia, que no mostró, el vocero de este Ministerio, Igor Konashenkov, explicó que esto fue interno y escenificado, pues colocaron explosivos muy cerca de la zona, contradiciendo la versión ucraniana sobre la caída de proyectiles que dejaron un enorme cráter de varios metros de profundidad. Y ratificó que los objetivos de la “operación de desmilitarización” son la infraestructura bélica y no zonas civiles.
Esta posición fue respaldada por la embajada rusa en Gran Bretaña que denunció en Twitter el uso de influencers como víctimas, publicación que la red social eliminó por ser propaganda rusa.
Por separado, el canciller Serguéi Lavrov aseveró que ese inmueble no era un hospital sino una base extremista. Luego de dialogar con su homólogo Dimitro Kuleba en Turquía, refirió que el sitio devastado fue ocupado por un batallón ucraniano radical, por lo que ya no había pacientes, al desmentir las fotos de agencias de mujeres embarazadas evacuadas y con heridas visibles.
Reiteró que estas versiones sólo favorecen a intereses de Occidente, que apoya a Ucrania, y recriminó el manejo que se da al conflicto en medios de comunicación; tema que la vocera de Exteriores, Maria Zajarova, calificó de “terrorismo informativo”, pues aliados ucranianos restringen la difusión de canales y medios rusos.
Lavrov agregó que en las conversaciones de ayer no se planteó un alto al fuego, pues reiteró que esa discusión no es la misma que en Bielorrusia, por lo que se dijo sorprendido de que su homólogo criticara que no hubo avances, cuando ese tema ni siquiera estaba en la agenda.
En tanto, Zelenski descalificó la postura de Rusia de que no ataca y se vende como promotor de la paz; afirmó que sus aliados están viendo lo que hacen las tropas rusas en su territorio, donde impiden la evacuación de ciudadanos y el arribo de ayuda humanitaria a zonas asediadas como Mariupol y Volnovaja, mientras que en una de las más afectadas, Járkov y Donbás persiste la ráfaga de proyectiles. Al respecto, adelantó que ya alistan la reconstrucción del país ante el asedio por el que, insistió, pagarán los responsables.
Su canciller, Kuleba, lo respaldó al rechazar cualquier indicio sobre un posible uso de armas biológicas al cuestionar “la obsesión maniaca con la que varios funcionarios rusos fantasean”, ante la insistencia de que hay armas biológicas o químicas en el país invadido.
Pese al choque de versiones, ambas naciones señalaron que habrá nuevos corredores seguros. Ucrania detalló que los interesados podrán salir de Sumi y Mariupol a través de siete rutas rumbo a Poltava, Zaporiyia, Volnovaja y hasta Kiev; mientras que el Kremlin dijo que abrirá diario espacios específicos para los refugiados.
Sin embargo, se dijo que este plan es unilaterial y sólo conducirá a su territorio. Incluso algunos medios indicaron que para facilitar las salidas solicitarán listas de posibles evacuados y las unidades usadas para ese fin. Y hasta presumió que ya ayudó a salir a 187 mil personas de Ucrania, aunque hasta el corte de ayer el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) sólo contabiliza 82 mil internamientos en Rusia.
CRECE REPUDIO
Un día después de este crimen de guerra, Francia, Canadá y Alemania se sumaron a las condenas por la “atrocidad” denunciada por Zelenski.
El presidente y mediador francés, Emmanuel Macron, tildó de “actos de guerra indignos” los lanzamientos de explosivos que claramente pretendían matar a civiles, lo que va en contra de las exigencias a terminar la guerra. Y aunque externó su apoyo a Ucrania, comentó que no es tiempo para su adhesión a la Unión Europea (UE). Por separado, el canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró nuevamente su llamado al cese al fuero.
En tanto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, advirtió que Putin está cometiendo graves errores que lo llevarán a perder esta guerra y además pagará cada uno de los hechos provocados en la nación en donde reportan múltiples zonas devastadas.
Una de éstas es Mariupol, en donde la Cruz Roja Internacional ve una situación humanitaria “cada vez más grave y desesperada”, pues ya escasean el alimento y todos los insumos necesarios, y el alcalde Vadim Boichenko acusó que los proyectiles caen casi cada media hora.
En esa tónica, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov, aseveró que en 15 días las tropas enemigas han matado a más civiles que a soldados, sin revelar el número de bajas totales.
- El dato: Las plataformas Facebook y Twitter adelantaron que sí permitirán la difusión de mensajes que llaman a la violencia contra Rusia, sólo si están apegados al contexto de la guerra.
Putin se burla de sanciones y sostiene “lo superaremos”
A 15 días del impacto de la guerra y las sanciones, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseveró que las dificultades actuales sólo son un tropiezo que superarán, por ello, llamó a la ciudadanía a mantener la calma, pues “no hay evento que no podamos resolver”.
Durante un encuentro con su gabinete aseveró que “al final, todo conducirá a un aumento de nuestra independencia, autosuficiencia y soberanía”, minimizando el golpe desde Occidente con múltiples restricciones y hostilidades de gobiernos, mismos que se siguen acumulando.
Sostuvo que, contrario a lo que piensan algunos países, hasta saldrán beneficiados al fortalecerlos en medio del rechazo a la operación militar en Ucrania, de la que insistió no había alternativa y se vio obligado a actuar por las reiteradas violaciones de ese gobierno contra sus propios ciudadanos en Donbás, zona que reconoció como república en afrenta directa contra Volodimir Zelenski.
Ello contrasta con quienes ejercen presión en su contra, pues países que tachó de “hostiles” ya sufren el alza de productos con “precios altos, una inflación sin precedentes y alcanzando máximos históricos”, de lo que ahora los culpan, y su territorio, dice, resistirá lo que denominó como “guerra económica de facto”.
Ratificó que el Kremlin no comprometerá su soberanía sobre ganancias económicas, mismas que insistió serán por corto plazo, pues ante una crisis es normal que “aumente la demanda de ciertos bienes, pero no tenemos ninguna duda de que estos problemas los resolveremos”.
Aunque admitió que los efectos ya se resienten en el país, Putin explicó que en el pasado ya han superado restricciones similares como el congelamiento de activos y freno a intercambios comerciales, por lo que ésta no será una excepción.
El líder del Kremlin agregó que ya esperaba estas sanciones, pues dijo que, aunque no hubieran incursionado militarmente, algunos países ya adelantaban medidas coercitivas en su contra, por lo que igual las habrían aplicado.
Sin embargo, enfatizó que se trata de actos hostiles e ilegítimos, y minimizó cualquier intento de las potencias para debilitar su economía, pues logrará superar esta fase, de la que no dio un plazo o adelantó un posible fin a los ataques a Ucrania, respaldado por su producción petrolera, pues consideró que sus exsocios resentirán más el golpe al quedarse sin energéticos, así como otros materiales como vagones de ferrocarril, turbinas y más, hecho por el que, dijo, ya piden a su población “apretarse el cinturón”.
Asimismo, explicó que Rusia cumplirá con sus obligaciones energéticas, pues pese al rompimiento notificado por Estados Unidos y Gran Bretaña, aún suministra a Europa y otros lugares garantizando el transporte en Ucrania, por gas.
Cabe destacar que el Kremlin ya anunció restricciones en su propio territorio, para evitar la salida de capitales. Al respecto, el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, recordó que estas medidas reducirán el impacto para estabilizar el clima financiero y la nación seguirá pagando su deuda externa, pero ya no en dólares sino en rublos.
En tanto, su canciller, Serguéi Lavrov, apuntó que dichas sanciones, que calificó de “agresión política”, sólo les hacen ver que no volverán a depender de gobiernos ni empresas occidentales
Aseveró que contrario al golpe que creen que le causarán a la nación le están dando la oportunidad de no volver a depender de alguien más, pues retornar a negociar significa dar el poder a otro gobierno de vulnerar o intentar destruir su economía.
En declaraciones a medios rusos descartó los señalamientos de que usarán los suministros energéticos — petróleo y gas— como arma para condicionar a gobiernos, pues, insistió, no son como EU.
Prevé apropiarse de firmas que se van
Ante la salida de múltiples empresas globales, el gobierno de Rusia amenazó con tomar control de los activos de éstas, mientras aumenta la lista de las que suspenden su participación en la región al unirse a la “guerra económica”.
La región euroasiática dijo que contempla cambios a la ley para asumir el control de las firmas que están abandonando su territorio temporalmente o planean suspender operaciones; por ello, el presidente Vladimir Putin refirió “hay suficientes instrumentos legales y de mercado para esto”, adelantando un congelamiento de bienes en caso de que intenten volver para cuando concluya la intervención militar en Ucrania.
Tras el retiro de transnacionales como Coca Cola, Pepsi, McDonald’s, Starbucks, Sony y Apple, entre otras, el Ministerio de Economía sostuvo que tienen la capacidad de asumir el control de la propiedad extranjera, pero la lista sigue al alza, pues hasta empresas que no operan directamente en su territorio, pero sí participan en la cadena de suministro anuncian un rompimiento como Burger King.
Ante los planes del mandatario, el primer ministro, Mijail Mishustin, adelantó que modificarían la ley para una administración externa y así transferir o nacionalizar dichos recursos a sectores que sí laborarán, pues afirman que su población no está en contra de la guerra, aunque persisten las protestas en rechazo al conflicto por el que invadió la nación vecina. Entre las alternativas destaca un proceso de bancarrota o la nacionalización de organizaciones extranjeras, y apuntó “las empresas extranjeras deben entender que volver al mercado (ruso) será difícil”.
Pese a este plan, Putin refirió que siguen abiertos a trabajar con todos los socios que así lo desean al garantizar protección a los inversionistas que permanecerán en la región.
Sin embargo, no se precisó si tales acciones serían una respuesta del gobierno ante la posibilidad de que incumpla los pagos de su deuda o algunos otros préstamos vigentes.
Menos crecimiento por conflicto Rusia-Ucrania
Derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé recortar su expectativa de crecimiento económico mundial, señaló Kristalina Georgieva, directora del organismo mundial, al asegurar que el default de Moscú ya no es un evento improbable.
Georgieva señaló que existe un “impacto trágico de la guerra contra Ucrania”, por lo que aseguró que se tiene una contracción importante en Rusia. “Vemos el impacto probable en nuestras perspectivas para la economía mundial… El mes próximo (durante las reuniones de primavera boreal) tendremos una revisión a la baja de nuestras proyecciones de crecimiento mundial”, agregó.
El default de pago de Rusia mete presión a la expansión de ese país y por ende a la de las demás naciones, pues explicó que no se trata de que el país de Vladimir Putin no tenga dinero para cumplir con sus obligaciones; sino que, no puede usar el dinero que tiene.
“Las sanciones sin precedentes contra la nación dificultarán que el país convierta sus activos de reserva del FMI, conocidos como derechos especiales de giro, en moneda”, destacó.
A las sanciones económicas a las que se enfrenta Rusia por el conflicto se suma una más del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), quien este jueves suspendió al banco central ruso.
De acuerdo con agencias, la entidad suspendió el acceso del establecimiento bancario de la Federación Rusa a “todos los servicios del BIS” al país, bajo la premisa de que este organismo internacional no es “ni será una vía para eludir sanciones”.
Su jefe del Departamento Monetario y Económico, Claudio Borio, avisó en su momento que la guerra en Ucrania complicaría la tarea de los bancos centrales, que ya estaban en proceso de modificar su política monetaria, preparándose para un alza de interés para hacer frente al incremento de la inflación.
Ven daño a 300 mil firmas
Alrededor de 300 mil empresas afectadas en Estados Unidos y Europa, sin contar América Latina, han resultado afectadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, afirmó la coordinadora de la licenciatura en Logística Internacional CETYS Universidad Campus Mexicali, Bertha Martínez Cisneros.
Precisó que con base en un estudio de la Cámara Internacional de Comercio (ICC), Ucrania se ha convertido en un proveedor clase de metales esenciales y materias primas para las cadenas globales de valor, principalmente en la producción de semiconductores, automóviles e incluso medicamentos.
Estas industrias se han visto gravemente afectadas por la interrupción de actividades comerciales en este país, expresó durante el foro sobre “Crisis de semiconductores, el futuro de la industria automotriz y de transporte”, organizado por el CETYS.
Martínez Cisneros detalló que para dimensionar lo complejo de las cadenas de suministros globales, existen dos mil 100 empresas estadounidenses y mil 200 empresas europeas que tienen al menos un proveedor directo en Rusia. Además, más de 450 empresas en Estados Unidos y 200 en Europa tienen proveedores de primer nivel en Ucrania.
“Los números aumentan a medida que pasamos de proveedores directos a las relaciones indirectas (nivel dos o tres). Más de 15 mil 100 empresas en Estados Unidos y ocho mil 200 empresas europeas tienen proveedores de nivel dos con sede en estos dos países y de nivel tres estaríamos considerando 190 mil empresas en Estados Unidos y 109 mil empresas en Europa; en total alrededor de 300 mil empresas estarían afectadas en Estados Unidos y Europa, sin contar América Latina”, agregó.
Con información de Berenice Luna y Alina Archundia