Las presiones contra Dina Boluarte parecen rendir frutos en Perú, pues su gobierno analiza adelantar las elecciones, pero se abre un frente en su contra, pues partidos de izquierda promueven una moción de vacancia en su contra a 50 días de asumir como jefa de Estado y también sufrió otro baja en el gabinete.
Ante la negativa de disidentes a cesar las protestas, el diario La República adelantó que la líder envió al Congreso una propuesta para que los comicios sean este mismo año y no hasta abril del 2024; aunque no definen fecha incluso si se celebran el último mes del 2023 supone un adelanto de cuatro meses.
Dicha acción refleja que el gobierno se abre a los alegatos de quienes exigen su destitución, pues aunque Boluarte ratificó que se mantendrá en el gobierno cambió su postura de acortar su mandato ante la severa crisis en el país, pero insistió que no cederá ante grupos terroristas, según declaraciones ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) mientras siguen las investigaciones por actos vandálicos en el país; aunque no hizo énfasis en la Policía Nacional, señalada por los decesos por arma de fuego.
Horas después otros medios confirmaron que el primer ministro, Alberto Otárola, se reunió con líderes del parlamento andino justificando un diálogo en torno a la “coyuntura nacional”, por lo que se presume que inició las negociaciones para dar a sus críticos un ápice de calma al acceder a la posibilidad de realizar los comicios antes, en medio de nuevas protestas y paros en reclamo por las 55 muertes documentadas por la Defensoría del Pueblo, pues a la sede legislativa también acudieron los ministros de Justicia, José Tello; de Defensa, Jorge Chávez, y del Trabajo, Luis Adrianzén; pero siguen las dudas pues otro integrante de su gabinete refirió que no hay viabilidad para cambiar las fechas.
Sin embargo, la propuesta y posible aval no garantiza el fin de las protestas, pues éstas han incrementado, lo que obligó al gobierno a mantener el toque de queda en zonas como Puno, luego de que la mandataria degradara a ésta, pese a ser una de las más críticas al concentrar la mitad de decesos.
Y sigue acumulando presión en su contra, pues en tiempo récord en comparación con Pedro Castillo la mandataria podría enfrentar en su primer trimestre un intento de destitución, pues la congresista Nieves Limachi, del partido Perú Democrático, consiguió el apoyo de más de 20 legisladores de su bancada y otras de izquierda para buscar la remoción de la exvicepresidenta por incapacidad moral, el mismo alegato que usaron en tres ocasiones contra el exlíder, quien está en prisión por rebelión y conspiración.
Además, nuevamente se tambalea su gabinete tras la renuncia de la ministra de Producción, Sandra Belaunde, aunque no se revelaron las causas. Dicha baja es la cuarta voluntaria que registra en casi dos meses, mientras continúan las críticas en su contra por el uso excesivo de la fuerza para contener las movilizaciones en las que la responsabilizan por la violencia y crisis del país.
