Un gran jurado acusó al expresidente estadounidense Donald Trump de cuatro cargos por conspirar para revertir con alegatos falsos las elecciones que perdió ante el demócrata Joe Biden y ahora acusa interferencia para 2024.
Horas después de una nueva reunión para escuchar evidencia del plan del entonces jefe de Estado para anular el proceso, manipular a testigos, bloquear la certificación y hasta usar al Departamento de Justicia a su favor, el grupo entregó a la jueza Moxila Upadhyaya un documento de 45 páginas.
Éste sustenta que hubo una narrativa ilegal que creó el magnate junto a seis cómplices, todos abogados, para retener el poder, a pesar de su derrota y sin importar que socavaran la democracia, hecho que detonó en el mayor golpe en la materia: el asalto al Capitolio.
Como lo anticipó Trump al revelar “escuché que el ‘trastornado’ Jack Smith publicará otra acusación falsa de su presidente favorito (en referencia a él)”, se confirmó alrededor de las 17:00 horas la formalización del tercer proceso en su contra en cuatro meses y en plena campaña electoral.
Según la Justicia de Estados Unidos, quien aspira a la candidatura republicana adoptó una estrategia para presionar a aliados como el vicepresidente Mike Pence y a funcionarios de Georgia, Wisconsin y Michigan para replicar sus dichos de que hubo un fraude, para mantener la ruta de su fallida reelección.
Incluso, sus defensores, entre los que destacan el exalcalde neoyorquino Rudy Giuliani y el exmiembro de Justicia Jeffrey Clark, confabularon para obstruir la victoria de Biden al repetir las supuestas acusaciones, entregar listas de falsos electores, evaluar la posibilidad de incautar máquinas de votación y exigir a varios estados a corregir su recuento, aunque éstos no fueron mencionados, pues sólo se habla de coconspiradores.
“Las afirmaciones eran falsas y lo sabía”, refrendan en el documento en torno a Trump, de acuerdo con medios locales, pese a que advirtieron al líder de la Casa Blanca que no hubo fraude, pero lo ignoró, pues la mentira era la vía para seguir en el poder, con las que incitó a simpatizantes a defenderlo de un fraude y éstos tomaron violentamente el Capitolio, acto que condenaron incluso sus aliados.
Así, se da pie para que la Fiscalía general emprenda otra batalla legal contra quien insiste que es víctima de una “cacería de brujas” desde que dejó el gobierno. Y su caso fue asignado a la jueza Tanya Chutkan, una de las más estrictas contra los insurrectos del 6 de enero del 2021, mismo que recae en el fiscal Smith, quien revisa la retención y ocultamiento de documentos clasificados y a quien acusan de tener motivaciones políticas.
De inmediato Trump y allegados arremetieron contra la “persecución” enmarcada en la campaña, pues ayer se difundió una encuesta de Times/Siena, que ubica al expresidente y a Biden en un empate con 43 por ciento de la preferencia rumbo a lo que denominan como “revancha” para 2024, evidenciando la profunda división en el país y que las acusaciones que persiguen a Trump no lo debilitan, pues supera incluso la suma de sus rivales en la contienda interna.
La campaña de éste calificó de “intento patético” del gobierno, al que comparó con el régimen nazi, la nueva imputación para sacarlo de la carrera presidencial, al insistir que sigue como líder para convertirse en el contendiente de Joe Biden, igual que en 2020.
Por separado, el magnate que adelantó que el caso era cuestión de tiempo recriminó el retraso para afectarlo políticamente, a un mes del primer debate entre conservadores. Recordó que los hechos datan de hace más de dos años, pero se usan para vencerlo antes de los comicios al apuntar contra Biden, a quien ve como “dictador corrupto del tercer mundo”.
Y adelantaron que comparecerá esta semana, pues fue citado mañana en Washington, en medio de especulaciones de más cargos, aunque sigue pendiente la decisión de Georgia, que indaga irregularidades ligadas a los comicios.
Ante esta situación, quien gobernó el país entre 2017 y 2021 suma tres citatorios. En abril pasado fue acusado formalmente por falsificar registros comerciales en Nueva York para pagar un soborno y ocultar un romance extramarital y dos meses después le imputaron más de una treintena de delitos por bloquear la entrega de archivos secretos hallados en su mansión de Mar-a-Lago, caso por el que volverá a la Corte este mes por el reemplazo de cargos, luego de que añadieran tres al identificar a un tercer implicado.
Los respectivos juicios están previstos originalmente para marzo y mayo próximo, pero su defensa busca retrasarlos por la coincidencia con las campañas.
En tanto, demócratas instaron a dejar el proceso a las autoridades para evitar una presunta interferencia al reconocer que se trata de la acusación más grave contra el opositor. Por separado, la cadena de noticias Fox News pareció salir en defensa del republicano al rebajar el furor de estas nuevas acciones en contra de quien también fue declarado culpable de agresión sexual recientemente.