Presidente tacha protestas de provocación

Crisis y Estallido social en Cuba

En hecho inédito miles de cubanos toman las calles al grito de ¡patria y vida! en medio de una crisis sanitaria, de desabasto de medicamentos, alimentos...; el régimen castrista corta el Internet y reprime; Díaz-Canel ordena a los revolucionarios "combatir las provocaciones".

Disidentes se concentran frente al monumento a Máximo Gómez en La Habana, ayer.
Disidentes se concentran frente al monumento a Máximo Gómez en La Habana, ayer. Foto: AP

Al grito de “abajo la dictadura”, miles de cubanos replicaron a casi tres décadas el Maleconazo contra Fidel Castro, en esta ocasión con mayor magnitud y contra Miguel Díaz-Canel por la crisis económica y la pandemia de Covid-19.

De manera pacífica, tras demandar un corredor humanitario por el desabasto de alimentos, medicinas y productos básicos ante nuevos repuntes de coronavirus con casi siete mil en un día en la región, los pequeños grupos de San Antonio de los Baños avanzaron por las calles hasta convertirse en una gran marea de estallido social para demostrar al régimen que es mayor el malestar que el miedo al Gobierno en su reclamo de vacunas, por el precio de la comida y los cortes al suministro de luz.

El clamor sorprendió al mandatario, quien para intentar silenciar a sus detractores llamó a simpatizantes comunistas a “combatir” las provocaciones de los antirrevolucionarios y ordenó el despliegue de grupos antimotines.

“La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”, proclamó el sucesor de Raúl Castro en un mensaje televisado al insistir que está dispuesto a todo, lo que la disidente Yoani Sánchez tachó de irresponsable al afirmar que su convocatoria sólo generará “una guerra civil” para enfrentar a simpatizantes con un sector de la población que se manifiesta pacíficamente.

Para los historiadores Rafael Rojas y Armando Chaguaceda esta inédita movilización fue completamente pacífica, pese a las descalificaciones de Díaz-Canel. “Digan lo que digan unos y otros, éste es un movimiento antiautoritario”, expresó Rojas; mientras que Chaguaceda resaltó que no se trató de “turbas pidiendo limosnas, sino ciudadanos exigiendo derechos”.

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En tanto, los disidentes llenaron puntos emblemáticos como el Malecón en La Habana con consignas como “basta” y “únete” para aumentar la protesta, pese a que sus transmisiones en vivo, con

hashtags como #SOSCuba, #SalvemosACuba, #TodosSomosCuba y #PatriaYVida, fueron interrumpidas por los cortes al servicio de Internet, ante lo que acusaron que el régimen no quiere que el mundo vea lo que vive la isla.

Incluso, el líder comunista responsabilizó a Estados Unidos de estar detrás de las multitudinarias protestas, por lo que advirtió que su Gobierno no permitirá que “ningún contrarrevolucionario, mercenario o vendido del imperio vaya a provocar desestabilización” y acusó que en redes sociales la intromisión de influencers y youtubers pagados para crear una campaña en su contra.

Tras la amenaza del régimen se reportaron choques en La Habana, Matanzas, Artemisa, Camagüey, Santiago de Cuba y Cienfuegos, mismos que dejaron varios heridos, pues las tropas al intentar dispersarlos dispararon al aire y lanzaron gas lacrimógeno, denunciaron periodistas y disidentes en redes sociales.

Además, algunos críticos lanzaron piedras contra agentes que intentaron detener a manifestantes violentamente; no obstante, no lograron evitar que al menos una veintena fueron arrestados, mientras que hubo varios desaparecidos, entre ellos periodistas que cubrían las movilizaciones, como alertó Sánchez.

Además, simpatizantes del presidente armaron sus movilizaciones en favor de Díaz-Canel y Castro ondeando banderas de Cuba, pero no lograron opacar el clamor, por el contrario, las movilizaciones de opositores se acrecentaron para exigir un cambio en la nación y dejaron en el olvido estos intentos por transformar la megaprotesta.

Otros ciudadanos desde sus ventanas, así como en redes sociales, hicieron mayor eco a los reclamos; aunque no salieron de casa, exigieron al régimen el fin de una crisis constante ante la falta de comida y medicina que afecta a todos y ha provocado la muerte de contagiados de Covid, en una región que acumula 238 mil casos y mil 537 muertos, según Our World in Data, y que pese a la emergencia no se inscribió en el mecanismo Covax, para recibir biológicos.

También hubo saqueos en tiendas, incluso en redes sociales compartieron videos de gente saliendo con productos en mano y hasta cajas con mercancía y se registraron desmanes en negocios de cambio de divisas.

En medio de las acusaciones contra Estados Unidos, en donde también hubo movilizaciones y cubanos exiliados exigieron no reprimir las protestas, el asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, Jake Sullivan, respaldó las exigencias en la nación al afirmar que los cubanos tienen derecho a expresarse de manera libre.

“EU condena enérgicamente cualquier violencia o ataque contra manifestantes pacíficos”, sostuvo.

En tanto, tras los choques de ayer, la subsecretaria interina para Asuntos del del Hemisferio Occidente de EU, Julie Chung, recriminó la amenaza de Díaz-Canel contra los disidentes.

“Estamos profundamente preocupados por los ‘llamados al combate’ en Cuba”, expresó la funcionaria al respaldar el derecho a la manifestación pacífica.

Por separado, la directora de Amnistía Internacional (AI) para las Américas, Erika Guevara-Rosas, aseveró que con actos represivos Díaz-Canel “deja claro que su gobierno es un represor”.